El presidente del Bundesbank aconseja resistir la tentación de bajar los impuestos por el alza del crudo

Los gobiernos europeos hubieran debido concertar su reacción al alza de los carburantes y lo mejor que podrían haber acordado es "no hacer nada", según manifestó el presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, en una reunión con corresponsales extranjeros en Berlín. Rebajar los impuestos para hacer frente al incremento del precio sería "una falsa señal", advirtió el alto funcionario, quien conversó también ayer con el canciller federal Gerhard Schröder, sobre la debilidad del euro y el alza del crudo. Mientras el euro bajaba a un mínimo histórico de 0,8487 dólares, los socios de la coalición gubernamental alemana (el Partido Socialdemócrata y los Verdes) debatían sobre medidas para compensar a los sectores más afectados por la subida de carburantes. El Gobierno no ha tomado todavía ninguna decisión sobre las "correcciones sociales" anunciadas por Schröder. Aparentemente, el Ejecutivo alemán se inclina por una fórmula para desgravar los gastos del desplazamiento al trabajo con independencia del medio empleado.

La inquietud por el alza del petróleo se extiende por todo el mundo, aunque ayer el barril (158,9 litros) de crudo brent descendió hasta 33,77 dólares tras marcar el precio más alto en diez años durante la jornada anterior. Los precios del petróleo están "peligrosamente altos", afirmó ayer el secretario de Energía estadounidense, Bill Richardson, quien aseguró que su Gobierno no descarta ninguna opción. Aún así, Richardson no quiso anticipar si su Gobierno sacará al mercado parte de la reserva estratégica de petróleo, que almacena unos 570 millones de barriles. "Necesitamos unos días más para conocer el impacto de la decisión de la OPEP", señaló el presidente Bill Clinton en referencia al aumento de producción en 800.000 barriles diarios acordado hace algo más de una semana por la Organización de Países Exportadores de Petróleo.

En el Reino Unido, los automovilistas empezaron de nuevo a formar colas en las gasolineras ante los rumores de más protestas contra la subida del carburante que podrían bloquear las refinerías.