Grupos de radicales tratan de obstaculizar la cumbre del FMI
La sombra de las batallas campales que se produjeron en las calles de Seattle (Estados Unidos) en noviembre de 1999 planea sobre la reunión anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos primeros trabajos se desarrollarán a partir de mañana en Praga.Diversas organizaciones, reunidas bajo el paraguas del anticapitalismo y de la lucha contra la la mundialización de la economía, calculan que contarán con alrededor de 20.000 manifestantes para tratar de alterar la agenda de los 18.000 políticos, economistas de primer nivel, banqueros y hombres de negocios que se darán cita en la capital de la República Checa.
Esos manifestantes, que han estado calentando motores en países próximos a la República Checa, se encontrarán con un impresionante despliegue de seguridad, que contará con alrededor de 11.000 policías dedicados a patrullar por las estrechas calles de Praga, una joya arquitectónica de 1,2 millones de habitantes.
"El Gobierno respetará escrupulosamente el derecho de los manifestantes a expresarse en contra de la política de estas organizaciones [el Banco Mundial y el FMI], pero no permitirá ningún acto de violencia en la ciudad", ha advertido el primer ministro checo, Milos Zeman.
La cita se prolongará hasta el próximo 28 de septiembre y las principales movilizaciones está previsto que se produzcan a partir del 23. Durante esos días se la llegada a la capital checa de las personalidades más relevantes que tienen anuciada su asistencia a la cumbre.
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