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Sydney 2000 BALONCESTO

EE UU arrolla a China con el brillo y la rutina habituales

Robert Álvarez

A EE UU le bastó con la rutina y el brillo habituales para tramitar la victoria. A China le quedó el consuelo de un par de ventajas en la primera parte ante el mejor equipo del mundo para guardalas, como oro en paño, en su memoria del partido. Lo de menos fue la diferencia final (47 puntos); lo mejor, la actitud de los dos equipos. Con la misma suficiencia de siempre, aunque también con una actitud muy mejorada, al menos de cara a la galería, EE UU resolvió su primera intervención olímpica en Sydney 2000 con un repaso en toda regla a China. Nada fuera de lo común. Exactamente la misma historia que los profesionales de la NBA habían escrito hasta llegar a territorio australiano en los 40 partidos disputados por las diferentes competiciones que han contado con estos excelentes jugadores.China, con las impresionantes dimensiones de Yao Ming -2,27 metros- y el firme pulso de sus tiradores, animó el espectáculo durante algunos minutos (16-12). China, a sabiendas de que su opisición era puramente testimonial, decidió divertirse mientras pudo. Un ejemplo de profesionalidad, superada la intimidación que supone enfrentarse al equipo de EE UU.

CHINA 72 ESTADOS UNIDOS 119

China: Guo (8), Sun (11), Zhang (5), Wang (13), Ming(5) -cinco inicial-, Xiaoyong Li (2), Hu (6), Nan Li (5), Liu (12), Zheng (3) y Menk (2).Estados Unidos: Payton (7), Kidd (4), Carter (16),Mourning (10), Garnett (7) -cinco inicial-, Smith (12), Hardaway(12), Baker (11), Allen (21), McDyess (7) y Abdul-Rahim (12). Árbitros: Jungerbrand (FIN) y Campos (ANG). Excluyeron por personales a Ming. Partido correspondiente a la primera jornada del Grupo A, disputado en el Dome ante unos 8.300 espectadores.

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Que la actitud de los americanos ha experimentado una transformación pudo comprobarse, precisamente, gracias a ese ingenuo desafío lanzado por los chinos por medio de sus testimoniales ventajas. En Australia se percibe otra mentalidad. Los chinos lo tuvieron claro ya en la primera parte (38-60), y terminaron de constatarlo en la segunda al despedirse con una diferencia de 47 puntos en contra.

El espectáculo, a falta de competencia, llevó la rúbrica de Vince Carter, máximo anotador del encuentro con 16 puntos, que permitió a los espectadores disfrutar con acciones espectaculares. No fue el único, pero sí el más asiduo a llevar la diversión al terreno de la imaginación. A EE UU le quedó una duda: cómo pudo el equipo chino conseguir 77 puntos, algo explicable desde la falta de tensión durante todo el partido. Probablemente no era el partido adecuado para fortalecer el juego defensivo, sino para tomar contacto con el parque, los aros y tantear la muñeca para futuros enfrentamientos.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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