¿Cómo pudo pasar lo del 92?

Si algo confirmó el estreno de la selección española de baloncesto en los Juegos Olímpicos de Sydney fue la pregunta a la que, pese a haber pasado ocho años, nadie ha conseguido responder: ¿Cómo pudo perder aquel equipo de los Epi, Romay, Villacampa, Jiménez o Arcega... ante una selección del bajo nivel de Angola; y además por 20 puntos? Ayer, jugando tres cuartas partes del partido al tran tran, sin ningún tipo de garra y sin ninguna continuidad y elaboración en el juego de ataque, España derrotó a su antiguo verdugo por 19 puntos de diferencia: 64-45. Lo que dijo Mario Palma, el seleccionador angoleño, tras la paliza recibida explica el abismo que separa a una selección de la otra: "Si anotamos sólo uno de los 18 triples que hemos intentado y sabiendo que no tenemos juego interior, cómo podemos ganar a un equipo más alto y potente físicamente. No podemos competir".Si el resultado basta para dejar claro que hoy por hoy no puede haber un mano a mano entre España y Angola, también basta repasar las escasas diferencias a las que llegó a estar el equipo africano en algunas fases de sesteo español: 28-20 al filo del descanso y 37-31 cuando se acercaba el último cuarto de partido. No funcionó la transición en ataque y no se encontró un ritmo que evitara la parálisis por los pegajosos marcajes a los que se aferraron los angoleños como inútil tabla de salvamento. "Había una nebulosa que flotaba en el ambiente de tanto recordar aquella derrota contra Angola que algunos de mis jugadores se han precipitado", considera Lolo Sainz. De todas maneras el partido era un trámite hasta el punto de que el seleccionador lo planteó con una clara táctica preconcebida para insistir en algunos detalles tácticos: meter balones en el interior de la botella. "No hemos querido enseñar nuestro estilo", aseguró Sainz.

España, pese a que se relajó excesivamente en algunos momentos, estuvo en todo momento por delante en el marcador gracias a un buen inicio en el que brillaron Herreros y Jiménez (19-2 en el minuto 10). Fue a partir de aquel momento cuando la selección dejó a la vista su flagrante escasez de recursos ofensivos y el ritmo de los que tan necesitada va a estar para superar compromisos de mayor envergadura como el que le enfrenta a Rusia el martes (14.30 horas, 5.30 hora española). El partido ante el equipo ruso, que perdió ayer ante Yugoslavia por 66-60, será otra cosa. "Tenemos que perfilar tres o cuatro detalles porque son muy buenos penetradores y doblan muchos balones para conseguir canastas fáciles y son capaces de jugar hasta con cinco hombres pequeños", dijo Sainz. "Me conformaría si jugáramos como lo hemos hecho en defensa y, eso sí, si estuviéramos mucho más tranquilos en ataque". Nacho Rodríguez agregó: "Los rusos son muy buenos tiradores de tres y realizan muchos cambios en los bloqueos. El partido contra ellos será otra historia".

El equipo español también quedó sorprendido por el buen juego que desplegó ayer Canadá, que derrotó nada menos que al anfitrión, Australia, por 90-101. Canadienses y australianos son los rivales que se perfilan en la lucha de España para evitar el cuarto puesto de su grupo B, el que le enviaría directamente al cadalso porque provocaría, salvo una tremenda sorpresa, que se enfrentara en cuartos de final a Estados Unidos.