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La pareja que acoge desde hace 15 meses a un bebé huye por temor a la madre

La mujer acudió a la Guardia Civil de Soria en busca de ayuda para reclamar a su hijo

"Me encuentro en paradero desconocido", declaró ayer a este diario Raquel Gómez, la madre que acogió hace 15 meses en régimen de preadopción a Diego, un bebé de 20 meses cuyos padres sufren trastornos psiquiátricos. Un desconocido que decía conocer a la madre biológica, Margarita Bernal, telefoneó a Raquel Gómez desde Soria a su casa en el municipio soriano de El Royo, a media hora en coche de la capital, para informarle de que había visto a Margarita en la estación de autobuses y dirigirse al cuartel de la Guardia Civil para reclamar a su hijo.

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"En cuanto me dijeron que había llegado a Soria llamé a mi abogado y él me aconsejó que saliéramos mi marido, el niño y yo fuera del pueblo y que no le comunicásemos a nadie nuestro paradero", declaró Raquel Gómez. "En principio yo quería quedarme en El Royo para tranquilizarla, pero nuestro abogado nos convenció de que no es conveniente, porque a lo mejor se pone nerviosa, yo intento apaciguarla y ella me denuncia por agresiones", añadió.Sin embargo, Margarita Bernal, de 44 años, en declaraciones a EL PAÍS desde el cuartel de la Guardia Civil de Soria, donde pasó ayer más de tres horas, desde las cinco a las ocho y media de la tarde reclamando a su hijo, se mostraba también temerosa de la posible reacción de Raquel Gómez: "No quiero que se asuste. Sólo pretendo ser su amiga, darle las gracias y charlar tranquilamente. Espero que no tenga un arranque de nervios y que me grite: 'Usted está loca, váyase de aquí'. Yo sólo quiero visitar a mi niño, tocarle su carita. Si noto una reacción violenta en Raquel, le daré un besito a mi niño y me iré. Y si me pega... pues me aguanto, también me han pegado otras veces los policías municipales de Ciudad Rodrigo; no pasa nada".

La familia le apoya

Un auto del juzgado número 6 de Salamanca, ratificado por la Audiencia Provincial, ha determinado que el bebé que adoptaron Raquel Gómez, de 36 años, empleada en una residencia de ancianos de El Royo, y Carlos de Francisco, de 39 años, funcionario del Ministerio de Hacienda en Soria, ha de volver a un centro de acogida en Salamanca donde su madre biológica pueda visitarlo y aliviar su enfermedad mental, conocida como trastorno bipolar en primer grado. La Junta de Castilla y León estudia la posibilidad de recurrir la decisión de los jueces. Pero mientras tanto, ninguna de las dos madres permanece tranquila.

La madre preadoptiva se lamentaba ayer tarde de no haber actuado con la suficiente cautela. "Yo tenía que haber sido más previsora", declaraba desde su nueva morada Raquel Gómez. "Debí imaginarme que esta mujer iba a venir al pueblo en cuanto se enterase de dónde estaba el hijo. Ahora lo que me preocupa es qué va a ser de ella cuando llegue allí. No sé dónde va a pasar la noche la pobre mujer".Joaquina Lucas, hermana del compañero sentimental de Margarita Bernal, declaró a este periódico que ella intentó sin éxito convencerla de que no fuese a buscarlo. "Desde que vimos el miércoles al niño en la tele a ella no se le iba de la cabeza que tenía que buscarlo. Durante todo este tiempo siempre se había preguntado dónde estará. Nadie sabe lo que ha llorado Margarita. Todo lo que le diga es poco. Cada vez que veíamos en la tele a un bebé se acordaba del niño. Y cuando lo vimos el miércoles andando de espaldas por un pasillo me dijo que era clavadito a Lucas, mi hermano. Aunque yo le dije que no era conveniente ir allí a buscarlo, no hay quien la pare".

Por su parte, la madre adoptiva, Raquel Gómez, indicó ayer que siempre iba a temer que Margarita viniera a llevarse al niño. "A mí no me importa que lo vea. En vez de visitarlo en un hospicio, podría venir a verlo a mi casa. Me encantaría llamarla cada cierto tiempo y decirle 'Diego está aprendiendo a montar en triciclo' o 'dentro de poco lo vamos a llevar a la escuela'. Me parecería lo más bonito del mundo mandarle una foto cada cierto tiempo".

Sin embargo, Margarita opina justamente lo contrario: "A mí no me importaría que Raquel visitara a mi hijo en Salamanca. Incluso, si lo dejan en un centro de Soria tampoco me importaría".

Tanto los familiares de Margarita Bernal como los de su compañero y padre biológico del niño, Luis Lucas, ven acertada la decisión de la Audiencia Provincial. "Hay que darle una oportunidad a esta pareja", señaló Joaquina Lucas, hermana de Luis. "Desde dos años acá, Margarita está mucho más centrada. Su casa la tiene limpia y bien ordenada. Plancha, cocina y lava la ropa. Lo único es que le gusta mucho poner cuadros, postales y flores. Pero yo quisiera que usted viese el cuarto del niño. Ellos no han dejado de comprale cosas con la esperanza de que vuelva. Están convencidos de que el niño volverá a un centro en Salamanca. Lo único que temo es que Margarita llegue al pueblo ése donde todo el mundo está de parte de la otra familia, se ponga nerviosa y pierda los papeles". "En cualquier caso", añade Joaquina Lucas, "esa señora [Raquel Gómez] sabía que el niño estaba en régimen de preadopción, que en cualquier momento lo tendrían que devolver".

Margarita salió del cuartel de la Guardia Civil sin saber exactamente dónde iba a pasar la noche. "He visto algunas fondas por ahí. Desde luego, no voy a hacer lo que me dijo mi familia, que me quedase en casa. ¿Ahora me voy a quedar con los brazos cruzados? ¿Ahora? ¿Después de haber luchado tantos meses por mi niño?".

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