La publicidad aportó el 69% de los ingresos del mercado audiovisual

La industria audiovisual española goza de buena salud. Pero el sector ya no vive sólo de la publicidad. De los 553.500 millones que movió el mercado real (sin contar las subvenciones) el año pasado, el 69% procede de los anuncios y el 23% de las cuotas abonadas por los espectadores a los diferentes canales de pago. El 8% restante corresponde a otras partidas. Así aparece repartido el total de los ingresos televisivos en el informe de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).El resumen anual del organismo regulador cifra en 654.800 millones de pesetas el volumen del negocio audiovisual en 1999, lo que representa un 19% más que en el ejercicio anterior. La cifra incluye las subvenciones recibidas por los entes públicos, que ascendieron a 101.300 millones.

La CMT basa el crecimiento del sector en el incremento de los ingresos publicitarios de las cadenas televisivas (un 10% más que el año anterior), en la mayor facturación en el medio radiofónico (un 25% más) y en el crecimiento del número de abonados a las ofertas de pago (un 18,5% más). El informe establece una correlación entre los niveles de audiencia y los ingresos publicitarios de las televisiones. Así, TVE, que tuvo el 33,4% de la audiencia (La Primera y La 2), absorbió un 29,6% del total de la factura publicitaria. Antena 3, con el 22,5% de la audiencia, copó el 28,3% de la tarta, mientras que Tele 5 atrajo al 20,9% del público y se quedó con el 23,3% del negocio publicitario. En posiciones más equilibradas se sitúan las autonómicas. Suman el 16,6% de la cuota de pantalla y captan el 15,1% de los anuncios.

El informe apunta las lagunas legislativas que existen a la hora de precisar en qué consiste el "servicio público" de la televisión. Según la CMT, esa falta de definición dificulta, precisamente, la tarea del organismo regulador a la hora de vigilar el cumplimiento de las obligaciones que conlleva un servicio público de televisión.

José María Vázquez Quintana, presidente de la CMT, reclama que se armonice el marco jurídico en materia audiovisual, ya que el actual es el resultado de "una serie de aportes singulares, correspondientes a épocas históricas bien diferentes, en el que han influido puntos de vista de poderes públicos nacionales, autonómicos y locales".