Figo, Valdano y Michel, tres huellas de la última cita en Lisboa
Jugador excepcional
Vuelve Luis Figo al estadio José Alvalade, y vuelve el Madrid a jugar contra el Sporting, en competición oficial, después de seis años. Y, aunque no acompañe al equipo, en cierta forma, vuelve Jorge Valdano, que en 1994 entrenaba al grupo que se enfrentó al Sporting en una eliminatoria de la UEFA que los españoles salvaron por los pelos (1-0 en el Bernabéu y derrota por 2-1 en Lisboa). Un Sporting en el que destacaba Figo sobre todos. Ahora Valdano ha regresado al Madrid como director deportivo y se ha encontrado con Figo, a quien quiso contratar a mediados de los 90, cuando el extremo portugués probó ser exactamente el jugador que buscaba para reemplazar a Michel en la banda derecha. Precisamente Michel, que esta noche también estará en el José Alvalade. Como comentarista de televisión, el ex número ocho contemplará desde la tribuna al estadio donde se cayó de una alineación titular por primera vez: Valdano lo dejó en el banquillo. Hoy, en su misma banda estará Figo.Que Figo fichara por el Barcelona después de estar a punto de ir al Madrid por sólo 300 millones de pesetas, y que cinco años después fuera contratado por el Madrid por 10.000 millones, es una prueba de que el fútbol está hecho de paradojas y simetrías. Un técnico que colaboraba con Jorge Valdano y con Ángel Cappa fue el encargado de seguir al portugués. Se llama Ángel Félix y hoy pertenece al cuerpo técnico del Valladolid. "Seguir a Figo fue idea de Valdano", recuerda Félix.
Félix viajó a Holanda para seguir a Seedorf, y a Portugal para ojear a Figo. Pero fue este último el que le impactó: "Lo vi dos o tres veces, y me pareció excepcional. Era desequilibrante, muy bueno en el uno contra uno. Siempre tenía una salida inesperada. Además, averigüé que tenía mucha personalidad, que se estimulaba con los grandes compromisos. Costaba 300 millones y había facilidades para comprarlo... pero no sé por qué no lo compró el Madrid. Tenía cinco años menos que ahora y era mucho más dinámico. Iba y volvía por la banda continuamente, a un ritmo grande. Ahora lo hace, pero le cuesta un poco más. ¿Defectos? Quizá le costaba jugar sin balón. Su ego aumentaba cuando tenía el balón en los pies, lo necesitaba para expresarse. Por eso aparecía poco sin balón".Figo no es muy dado a exteriorizar emociones, pero se le ve melancólico. "Para mí es muy emocionante volver a este campo. Aquí jugué diez años, es el club de mi juventud".
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