LA VENGANZA DE LOS BASKERVILLE
El escritor británico sir Arthur Conan Doyle solía aprovechar el fino olfato de Sherlock Holmes, su detective de cabecera, para ridiculizar los fallos de Scotland Yard. Las tornas están a punto de cambiar. Los actuales herederos de los inspectores victorianos, abrumados por la perspicacia de Holmes, están dispuestos a investigar el supuesto asesinato, esta vez real y perpetrado en 1907, de un autor casi desconocido, el periodista Bertram Fletcher Robinson. El criminal no habría sido otro que el propio autor. Según Rodger Garrick-Steele, antiguo psicólogo, Conan Doyle le robó a Robinson el argumento de El perro de los Baskerville, la aventura en la que resucitó en 1901 al detective de ficción, despeñado ocho años antes persiguiendo al malvado profesor Moriarty. Para evitar que el plagio fuera descubierto, el novelista, que era médico de cabecera y mantenía una apasionada relación ilícita con Gladys, esposa de su infortunado amigo, la instó a envenenarle con láudano. Garrick-Steele va a publicar una obra al respecto y desearía que la policía exhumara el cadáver de Robinson, supuestamente muerto de tifus. El asunto le habría apasionado sin duda a Holmes, pero la agrupación que mantiene hoy viva su memoria en el Reino Unido ha recordado, indignada, que Robinson sólo inspiró la novela y Conan Doyle se lo agradeció en público en su día.-ISABEL FERRER,
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