"Maragall presenta su gobierno alternativo y reclama una nueva ley electoral proporcional

Barcelona - 08 sept 2000 - 00:00CEST

A los 10 meses de ejercer como líder de la oposición, Pasqual Maragall considera cumplida ya la etapa de adaptación al papel que le asignaron los electores y ayer anunció que a partir de ahora va a "poner el acento en la alternativa". Y dio a conocer el núcleo del gobierno alternativo que, bajo su liderazgo, tendrá la responsabilidad directa de hacerla visible para los ciudadanos. Además, Maragall ofreció a Jordi Pujol su predisposición a un amplio acuerdo sobre la financiación autonómica y reiteró la oferta de consenso sobre los asuntos que sobrepasan los intereses partidarios. Entre éstos destacan el tratamiento de la inmigración y la elaboración de una ley electoral "estrictamente proporcional".

Maragall habló en la sala de conferencias de La Pedrera ante unas 500 personas, entre las que se encontraba el grueso de la dirección socialista. El primer secretario del PSC, José Montilla, le presentó y aprovechó la ocasión para subrayar el "importante desbarajuste interno" que hay en Convergència i Unió, que "no sabe todavía quién será su candidato" en las próximas autonómicas.La parte de la conferencia que Maragall dedicó a explicar qué se propone hacer como líder del primer grupo de la oposición fue bastante concisa: "Fortalecer y hacer visible la alternativa", y "establecer una agenda compartida e iniciar un diálogo necesario".

Los instrumentos para lanzar la alternativa a CiU serán el gobierno alternativo cuya creación anunció hace 10 días y el consejo asesor anunciado también hace unos meses. En el primero, Joaquim Nadal será portavoz y responsable de Economía; Martí Carnicer, de Presupuestos; Antoni Siurana, de Relaciones Institucionales; Josep Maria Vallès lo será de Presidencia; Higinio Clotas y Carme Valls serán responsables de relaciones parlamentarias; Oriol Nel.lo y Miquel Iceta serán portavoces adjuntos. Estos ocho diputados se encargarán de completar el gobierno alternativo tras el debate de orientación política general, previsto para los días 3, 4 y 5 de octubre.

Criterios propios

Acerca del consejo asesor, Maragall explicó que no tendrá más de 10 miembros, caracterizados por ser "poseedores de criterios propios" en asuntos "aún no asimilados o debatidos" y sobre "los nuevos paradigmas de la política". No adelantó su composición, pero dijo que a las sesiones asistirán como invitados cuando los asuntos lo requieran los secretarios generales de UGT y CC OO de Cataluña, probablemente también el coordinador general de Unió de Pagesos y el comisario europeo Pedro Solbes.Con independencia de la presentación de alternativas al Consell Executiu, Maragall pretende acotar un ámbito de actuación conjunta de Gobierno y oposición sobre lo que denominó "asuntos de país, no de gobierno". Se trata de cinco grandes "problemas básicos pendientes" que, en su opinión, sólo pueden afrontarse desde un consenso muy amplio. Anunció que se los planteará a Jordi Pujol en la entrevista prevista para hoy. Son los siguientes:

- Inmigración, El PSC ofrecerá un pacto para "deselectoralizar el asunto de la sensibilidad interétnica" y para transferir a los ayuntamientos los recursos y competencias necesarios para hacer frente a los problemas de los inmigrantes.

- Devolución. Fijación de la fecha para celebrar el II Congreso de Municipios de Cataluña y cumplimiento del compromiso de formar antes de 2001 la ponencia conjunta sobre ordenación territorial de la Administración pública catalana.

- Audiovisuales. Cauteloso en este asunto, Maragall se limitó a indicar que "confía" en que "en breve" habrá novedades sobre la reforma y renovación de la Corporación Catalana de Radio y Televisión y los primeros signos de "beligerancia" del nuevo Consejo Audiovisual.

- Parlament. La ley electoral no puede esperar más y el criterio de Maragall es que debe ser "estrictamente proporcional" y contener un sistema de representación de los territorios.

- La Constitución y el Estatuto. Insistió en que la incorporación de la filosofía de la devolución de poderes adoptada por la Unión Europea obliga a una ampliación del Estatut y la Constitución, que permite darle un impulso federalista.

Al margen de estas cuestiones, Maragall ofreció plena disposición a forjar un amplio acuerdo parlamentario para elaborar una "propuesta catalana" sobre financiación autonómica. Pero sobre esta cuestión adelantó su convicción de que, tal como está planteada, la próxima revisión de la financiación autonómica "no servirá de gran cosa". Por dos razones, según él. Una, "porque los plazos y los objetivos están equivocados". Los problemas de la financiación autonómica precisan, afirmó, de la perspectiva de 20 años. Y dos, porque "la necesidad de dinero caliente es tan grande que cuando le pasa por delante se lo come".

Silvia T. Colmenero

"La situación en el País Vasco afecta a Cataluña"

El grupo parlamentario del PSC-Ciutadans pel Canvi celebrará en octubre una reunión de trabajo con el grupo socialista en el Parlamento Vasco. Pasqual Maragall lo anunció como un ejemplo de sensibilidad política ante la difícil situación existente en el País Vasco. También tiene previsto celebrar una sesión de trabajo con los eurodiputados socialistas en Bruselas el día 21, y Maragall explicó que aprovecharán la ocasión para pedir al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, una implicación de las instituciones europeas en los esfuerzos para resolver el conflicto vasco. A ello dedicó una buena parte de su conferencia, porque en su opinión "el problema vasco y el terror llenan de desesperanza a nuestros conciudadanos". Y se quiera o no, "afecta al conjunto de España; también a Cataluña, y mucho". Maragall sostuvo que el Gobierno del PP "ha acertado en el tono de firmeza en sus palabras, pero no en la firmeza de la acción". Pero ahora es ya hora de pedir a los gobiernos, dijo, "que actúen, no sólo que hablen". Reiteró su idea de que la situación vasca requiere un gobierno de concentración formado "por los tres o cuatro grandes partidos no violentos". Y reclamó a Jordi Pujol que sea más activo en sus aportaciones y juegue a fondo el peso de Cataluña en el panorama autonómico español. Entre otras razones, también porque uno de los elementos del futuro serán los efectos que cualquier movimiento "en el tablero vasco" puedan tener en las demás autonomías, dijo. Y en particular, añadió, en la catalana, que ve con mal disimulada incomodidad la distancia que hay entre el régimen foral y la autonomía de régimen común.

Maragall consideró "básico" que Cataluña formule "una visión del futuro de la España plural", que entre otras virtudes debería tener la de "tranquilizar e incluso atraer" a los espíritus más despiertos y ecuánimes de la escena política española.

La única ovación que Maragall arrancó de sus oyentes fue a próposito de la política educativa del Gobierno de Jordi Pujol. "Una escuela privada de calidad con una escuela pública especializada en tratar problemas que la privada rechaza es un escándalo que ningún gobierno, aunque sea de derechas, puede admitir. Un escándalo y un suicidio. Al menos en Europa".

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