El 'negro de Banyoles' será repatriado pero a Arcelin acaba embargado
La próxima repatriación a Gaborone (Botsuana) del guerrero bosquimano del museo Darder de Banyoles significa una victoria para Alphonse Arcelin, el pediatra de origen haitiano que inició y alentó la polémica, pero su obstinación le ha dejado un pesado lastre: más de 16 millones de pesetas de deuda en costas judiciales. La victoria tiene para Arcelin un regusto amargo porque le han embargado el sueldo.
El único perjudicado
El médico haitinao, también concejal socialista en el Ayuntamiento de Cambrils (Baix Camp), se ha declarado insolvente y tiene su sueldo de edil embargado desde hace cuatro meses. Arcelin asegura que el Ministerio de Asuntos Exteriores prometió a sus abogados correr con todos los gastos judiciales que estaba ocasionando la disputa por el guerrero bosquimano de Banyoles a cambio de no apelar una segunda sentencia favorable al Ayuntamiento de Banyoles que hubiera prolongado el proceso y dañado la imagen de España.Un portavoz de la Oficina de Información Diplomática (OID) de dicho ministerio aseguró ayer que la demanda de Arcelin le parecía "rara e incluso extravagante" y dijo que no tenía conocimiento de petición alguna para sufragar los gastos de las sentencias del médico y mucho menos de una antigua promesa en este sentido. El funcionario ministerial añadió, no obstante, que las costas le parecían "desorbitadas".
Las dos demandas que el pediatra presentó contra el Ayuntamiento de Banyoles por la exhibición pública de un ser humano disecado no sólo no consiguieron obligar al consistorio a la retirada del guerrero, sino que las sentencias condenaron a Arcelin a sufragar las costas judiciales. Éstas ascienden, según asevera, a más de 10 millones en el primer caso, mientras que en el segundo superan los cinco.
El médico desistió de continuar la batalla judicial ante la supuesta promesa del Ministerio de Asuntos Exteriores de intentar resolver el conflicto mediante la negociación. Era un momento en que el Gobierno español recibía una enorme presión internacional por parte de las Naciones Unidas y la Organización para la Unidad Africana (OUA). Al no recurrir contra ellas, las dos sentencias acabaron siendo firmes.
La tan deseada noticia de la repatriación del guerrero, el próximo mes de octubre, ha llegado a Arcelin junto a una deuda judicial que se ve incapaz de sufragar. "Yo no tengo ese dinero y ahora el ministerio se hace el sueco respecto a la promesa hecha por un alto funcionario a mis abogados", se lamentaba ayer el pediatra. Arcelin asegura que su apurada situación económica no le permitirá ni siquiera asistir al entierro del bosquimano. "No entiendo cómo se me puede condenar a pagar casi 17 millones de pesetas cuando mi único objetivo era defender los derechos humanos. Al final, parece que soy el único perjudicado en todo este asunto", asegura el concejal de Cambrils. No todas las batallas judiciales de Arcelin relacionadas con el bosquimano del museo Darder le han sido contrarias. Hace medio año recibió una indemnización de 500.000 pesetas por un artículo de prensa titulado El negro de Cambrils, que hacía mofa de su campaña y que el juez consideró injurioso.
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