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Gore propone extender la prosperidad lograda a las familias menos favorecidas de Estados Unidos

Al Gore siguió ayer dominando el terreno de juego y disparó contra la portería de George Bush un detallado programa económico para "beneficio de las familias trabajadoras". Gore ofrece pagar la deuda de EE UU en el 2012, crear 10 millones de empleos de alta tecnología en una década, incrementar con ventajas fiscales el acceso a la universidad, salvaguardar el sistema de pensiones y reducir la pobreza y discriminación de las trabajadoras. Frente a ello, la principal oferta de Bush es reducir la presión fiscal en 1,6 billones de dólares (300 billones de pesetas) en nueve años.

Con la meticulosidad que le caracteriza, el demócrata Gore compiló su plan económico en un volumen de 191 páginas, repletas de cifras, porcentajes, cuadros, gráficos y notas a pie de página. Su filosofía, según explicó ayer en Cleveland, es extender a las familias de las clases medias y populares la prosperidad actual de EE UU, en un marco de equilibrio presupuestario, pago de la deuda y bajos tipos. Dick Cheney, candidato a la vicepresidencia del republicano Bush, replicó afirmando que Gore presenta "el clásico programa demócrata de incremento del gasto público", con lo que se evaporarán los 4,6 billones de dólares de superávit que los expertos calculan en EE UU en la primera década del siglo XXI. Cheney recordó que Bush propone "devolver a los contribuyentes" más de un tercio de ese superávit a través de una rebaja de impuestos. En cambio, dijo Cheney, Gore sólo ofrece beneficios fiscales "para actividades tan esotéricas como usar paneles solares o conducir coches eléctricos".

Gore sigue manteniendo que la rebaja propuesta por Bush beneficiaría casi exclusivamente a los millonarios. Pero, además de promocionar el medio ambiente, su oferta también incluye la educación universitaria. Propone que las familias que envíen un hijo a la universidad puedan deducir 10.000 dólares anuales. Eso elevaría hasta el 75% el número de estudiantes (hoy 67%) que acceden a la educación superior.

Como la previsión de 4,6 billones de dólares de superávit presupuestario puede ser demasiado optimista, el plan de Gore contempla la creación anual de un "fondo de reserva" de 300.000 millones de dólares. Con el resto del dinero pretende eliminar la deuda nacional en el 2012; proteger las pensiones de jubilación y la asistencia a la tercera edad, y conseguir en el 2004 que 7 de cada 10 familias sean propietarias de su casa, todos los niños tengan cobertura médica y los pobres de solemnidad sean menos del 10%. La colaboración con la Reserva Federal en el mantenimiento de bajos tipos de interés sería el pilar de la política económica de Gore.

La buena acogida que tuvo su programa consolidó la posición de Gore como el actor que domina la escena electoral. El desconcierto es patente entre Bush y los suyos, que hace tres semanas iban muy por delante y ahora van de pifia en pifia. El candidato siguió ayer recibiendo críticas por su desliz del lunes, cuando, sin darse cuenta de que su micrófono estaba abierto, llamó "imbécil de campeonato" a Adam Clymer, periodista de The New York Times. Y su oferta de debates televisados encontraba poco eco.

Bush insistió en que el próximo día 12 se presentará a debatir en el programa de Tim Russet, en NBC. Gore le contestó: "Mi silla estará vacía". "Estoy dispuesto a debatir en cualquier lugar y momento, bajo cualquier formato, siempre que no sea un sustituto para los tres debates que pueden ver todos los norteamericanos", dijo el demócrata.

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