La grúa retiró 500 coches en Barcelona el primer día de la 'operación otoño'

La Guardia Urbana de Barcelona denunció el lunes 3.000 vehículos mal aparcados y susceptibles de ser retirados por la grúa en el primer día de la operación otoño. Un total de 500 de ellos fueron retirados de las calles por las grúas. Los otros se fueron antes. De esas denuncias, el 40% se pusieron en zonas reservadas para la carga y descarga; el 22% a vehículos estacionados total o parcialmente en las aceras y el 16% por aparcar en doble fila. Estas 3.000 denuncias superan en un 50% a las puestas, por ejemplo, el pasado viernes, 1 de septiembre, que no había operación otoño.Ese mismo día, el número de denuncias por atentar contra la seguridad viaria fue de 600. El 28% de las mismas se impuso a vehículos que se saltaron un semáforo rojo; el resto se puso mayoritariamente en las rondas a conductores que circulaban a una velocidad excesiva, realizaban una conducción temeraria o no estaban autorizados a circular por esa vía (camiones de gran tonelaje en la ronda Litoral o ciclomotores).

La Guardia Urbana está haciendo un gran esfuerzo, afirmó un portavoz municipal, que admitió, sin embargo, que la solución a un tráfico viciado por meses de descontrol no llegará en un día, ni en dos, ni en media docena. "Lo que sí podemos garantizar es que se han acabado las contemplaciones y que vamos a recuperar el civismo", afirmó la misma fuente.

La diferencia entre el número de denuncias puestas a vehículos que podían ser retirados por la grúa y el que fue retirado finalmente se debe a que en estos momentos las grúas ya no llevan un agente. El guardia extiende la denuncia y llama a la grúa pero cuando ésta llega el conductor puede haber partido. Además, la grúa no puede llevarse un vehículo mal estacionado si previamente no ha sido denunciado por un agente.

La Guardia Urbana no pudo precisar ayer el tipo de vehículos denunciados por cada concepto. No obstante, el portavoz municipal reiteró la voluntad de perseguir drásticamente la ocupación de las aceras (sobre todo por la circulación de las motos) y del carril reservado para el transporte público, porque las infracciones en estas zonas son especialmente agresivas para una parte importante y especialmente débil de la ciudadanía.