_
_
_
_
_

Un coso con historia

Campofrío, una pequeña localidad minera de la provincia de Huelva, de 900 habitantes, puede presumir de dos cosas: Tiene un aire purísimo y la plaza de toros más antigua de España. Un coso construido a base de tierra prensada, con capacidad para 1.500 espectadores, con seis burladeros y una pequeña grada. Y antiquísimo. La construcción de ese recinto taurino data de 1716.La investigación para demostrar con todo lujo de detalles el origen de esa plaza la desarrolló de manera paciente y concienzuda durante años un vecino de Campofrío, recientemente fallecido, hombre de letras que fue juez en Huelva, llamado Antonio Núñez Núñez. De la conclusión del trabajo y de la difusión del hallazgo se ha encargado el alcalde de Campofrío, Antonio García Correa, un veterano dirigente político y sindical, que fue senador del PSOE entre 1979 y el 2000.

"En Campofrío se han organizado desde tiempos inmemoriales espectáculos taurinos por parte de la Hermandad de Santiago Apóstol, patrón de la villa. En 1716, esa hermandad solicitó al cabildo de Aracena, localidad de la que Campofrío era aldea, una autorización para construir un coso destinado a la lidia de reses bravas. Se inauguró en 1718 y así figura en el Libro de Cuentas del Ayuntamiento", afirma García Correa.

Este alcalde va de un lado para otro con los documentos bajo el brazo que prueban la antigüedad de la plaza pues, entre otras cosas, ha dado con un posible filón para la atracción del ansiado turismo. De hecho, el próximo mes de octubre, la plaza de toros abrirá sus puertas durante todos los fines de semana a aquellas personas que quieran visitarla. "Habrá allí un funcionario que atenderá a los visitantes y los guiará. De forma gratuita. Quien lo desee se hará fotos".

Entre los papeles que lleva García Correa hay un viejo documento, perteneciente al Archivo Hispalense, donde reza en castellano de otros tiempos: 'Si le preguntamos a cualquier aficionado de los que sobre ser muy serios espectadores son también eruditos de la fiesta de toros, cuál es la más antigua de entre las plazas fijas, nos responderá sin vacilar que la muy renombrada Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Pero Dios quiso que la de Campofrío fuera levantada antes. La villa de Campofrío cuenta entre sus predios éste muy singular'.

De modo que el alcalde asegura que por esa plaza han pasado todos los toreros que en tiempos estuvieron en la cumbre. Desde épocas pretéritas a otras más recientes, como Chicuelo, Belmonte, Manolete, o los onubenses Litri y Chamaco. La mayoría en festivales taurinos, debido a la imposibilidad económica existente en el pueblo para montar festejos importantes.

En Campofrío, sin embargo, no hay actualmente una masiva afición a los toros. "Asiste poca gente a las corridas. Hay buenos aficionados, pero pocos", indica García Correa. Este verano hubo un festejo, organizado por las escuelas taurinas de Andalucía, que incluso transmitió Canal Sur Televisión. "Fue todo un acontecimiento, por la propia corrida y por la presencia de las cámaras de televisión, en una localidad tan pequeña", señala el alcalde.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La plaza forma parte desde 1996 del catálogo de Bienes Culturales de la Junta. De hecho, la Administración autonómica, se ha hecho cargo de las últimas obras realizadas en el coso. Para García Correa, la historia del ocio no puede dejar de pasar por la provincia onubense: tiene la plaza de toros de Campofrío, la más antigua del país, y el Recreativo de Huelva, equipo decano del fútbol español.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_