Prodi se compromete a iniciar la ampliación de la UE en su mandato

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, aseguró ayer que las primeras incorporaciones de nuevos países a la UE se producirán al término del actual mandato del Ejecutivo comunitario, es decir, antes de que concluya el año 2004. Para Prodi, mantener el actual proceso de ampliación es un objetivo "de primerísima importancia". Con estas palabras, el presidente del Ejecutivo europeo quiso despejar de nuevo las insistentes dudas sobre la sinceridad de los países miembros a la hora de abordar la ampliación.

Esas dudas fueron acrecentadas el pasado fin de semana cuando el propio comisario para la Ampliación, el alemán Günter Verheugen, se mostró partidario de someter las incorporaciones a consulta popular en los países de la Unión."No puede haber ninguna duda de que la Comisión cumplirá con el desafío histórico de unir Europa en los años venideros", remarcó Prodi al inicio de una reunión con los jefes de las delegaciones de la Comisión Europea en el exterior. "Estoy decidido a asegurar que las primeras adhesiones tendrán lugar realmente de aquí al fin del mandato de esta Comisión", es decir, antes del fin del año 2004, añadió.

Clarificación política

Durante la reunión de los ministros de Exteriores de la UE en Evian (Francia) el pasado fin de semana, el presidente del Ejecutivo europeo ya señaló el domingo que no compartía en absoluto la tesis expresada por Verheugen. Es más, llegó a decir que iba a exigirle "una clarificación política".Hasta ayer por la mañana, la única persona próxima al comisario alemán que intentó aclarar algo fue su portavoz, Jean-Christophe Filori, que insistió en que se trata de una posición "personal" de Verheugen, para reconocer a continuación que incluso la Constitución alemana no contempla ese tipo de consulta popular.

Ayer, no obstante, el comisario alemán declaró que sus palabras, incluidas en una entrevista al Sueddeutsche Zeitung, han sido mal interpretadas y que no habló expresamente de un referéndum. Agregó que la ampliación es "una prioridad estratégica" de la Comisión, pero acto seguido insistió en que debe abrirse un proceso de "información y diálogo" sobre la ampliación para que ésta no se haga a espaldas de los ciudadanos como, en su opinión, ocurrió con la incorporación de Alemania al euro.

Además de a Prodi, el comisario Verheugen tendrá que dar explicaciones de sus comentarios hoy mismo al Parlamento Europeo, que le ha pedido que rinda cuentas de su propuesta.

También intervendrá hoy ante la Cámara europea el propio Romano Prodi, que aprovechará la ocasión para dejar clara la posición del Ejecutivo comunitario al respecto.

Muestra de debilidad

Esta polémica pone de relieve nuevamente dos asuntos espinosos de la actual Comisión.De un lado, muestra la debilidad del equipo de Prodi, dado que ha sido un comisario -precisamente el encargado de la ampliación- el que difunde una posición radicalmente opuesta a la que oficialmente sostiene la Comisión.

En teoría, el presidente de la Comisión podría cambiar incluso a un comisario de cartera si lo considerase oportuno.

Ayer, el ministro francés para Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, se mostró muy crítico con Verheugen y reconoció que sus comentarios "han causado un cierto daño".

De otra parte, la polémica pone de nuevo sobre la mesa el espinoso problema de la ampliación en sí. La Unión Europea no puede emprender ninguna incorporación hasta que se aborden profundas reformas internas de sus instituciones, y han sido ya numerosas las opiniones internas proclives a retrasar una ampliación prevista inicialmente para 2003 hasta al menos el año 2005.

En la actualidad son ya 12 los países que están negociando su adhesión. Se trata de Polonia, Hungría, República Checa, Eslovenia, Estonia, Chipre, Rumania, Bulgaria, Letonia, Lituania, Eslovaquia y Malta. También Turquía aspira a integrarse en la Unión Europea, pero es tratado por Bruselas como un caso especial y aún no ha iniciado las negociaciones.