Markiegi evita criticar a los partidos al despedirse del presidente del Parlamento
El ararteko Xabier Markiegi evitó ayer hacer críticas directas a los partidos por convertir su reelección en una pelea más dentro del Parlamento, ya que todavía existe alguna posibilidad de que nacionalistas y no nacionalistas le propongan de nuevo. En su despedida dijo que esperaba que fuera "un hasta pronto", y se mostró satisfecho por considerar que "yo ya he cumplido". Sin embargo, eludió contestar si creía que los partidos habían cumplido con él. Sí expresó su frustración porque todavía no se ha conseguido la paz.
El defensor del pueblo vasco hizo estas declaraciones tras mantener una corta reunión con el presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, a quien entregó su carta de abandono del cargo. Markiegi cesará el próximo domingo después de cinco años de mandato y seis meses de prórroga, y será sustituido provisionalmente por su adjunta, Mertxe Agúndez. Markiegi dejó sin embargo abierta la puerta a su continuidad si los partidos vuelven a proponerle al frente de la institución del Ararteko. El pasado 29 de junio, una pugna entre el PNV y el PSE frustró su reelección directa, pese a que ambos partidos le apoyaban, debido a un desacuerdo sobre quién de los dos debía proponer al adjunto.Ahora sólo le queda la posibilidad de que esos partidos le vuelvan a proponer de nuevo. "El futuro no está en mis manos, sino en los grupos políticos con representación parlamentaria. Está abierta la posibilidad de que presenten propuestas para el cargo, entre los cuales parece, según los grupos, que puede estar mi nombre", dijo.Precisamente por esta razón el ararteko evitó hacer críticas directas a los partidos y se limitó a sugerir que la única posibilidad de que la institución sea operativa es sustrayéndola de las pugnas partidistas.
Eclosión social
No obstante, Markiegi aseguró que deja el cargo con la sensación satisfactoria del deber cumplido y de haber trabajado con un gran equipo de personas, asociaciones y colectivos. A ello opuso un sentimiento de "amargura y pena" por la situación de violencia que vive Euskadi. Markiegi aseguró, pese a todo que en la sociedad vasca se está fortaleciendo un "tejido de convivencia y reconciliación", que va a reforzar, "desde la firmeza democrática, la exigencia a quien mata para que deje de hacerlo". En este sentido auguró que "va a haber una eclosión social importante que obligará a ETA y a quien la apoya a convencerse de que en esta sociedad, en la Europa de 2000, es inaceptable quien no acate el mínimo ético de yo no mato y tu no me matas". En su opinión, la sociedad vasca tiene la "energía suficiente para salir de este túnel".
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