Con un ojo puesto en los equipos de fútbol

En la Sociedad Estadio Olímpico se tiene claro cuál es el itinerario más corto para acabar con las deudas del estadio de La Cartuja: si uno de los dos equipos de fútbol de la ciudad se trasladara al estadio, la sociedad dejaría de generar pérdidas y podría empezar a amortizar la deuda con los beneficios anuales obtenidos en un plazo de tres años. A pesar de que los dos equipos de la ciudad están en Segunda División es casi imposible, por lo menos a corto plazo, que alguno de los conjuntos juegue en La Cartuja. El Betis ya ha mostrado su postura contraria y no hay prueba más fehaciente que la reconstrucción de su estadio, bautizado como el actual presidente de la entidad deportiva, Manuel Ruiz de Lopera.

La pésima situación económica por la que pasa el Sevilla abrió una puerta para que este club utilizara el estadio de La Cartuja en una serie de partidos de Liga y de la Copa del Rey. A cambio, la entidad obtendría a través de la Gerencia de Urbanismo -dirigida por el andalucista Rafael Carmona, uno de los promotores del Estadio de La Cartuja- la recalificación de los terrenos de su ciudad deportiva y el permiso para utilizar los bajos del estadio Ramón Sánchez Pizjuán como locales comerciales.

Se llegó a firmar un convenio pero el escándalo que se montó lo convirtió en papel mojado. Los grupos de la oposición, PP e IU, mostraron su protesta por entender que se jugaba con la ordenación de la ciudad sólo por las necesidades de unos particulares.

Del convenio nunca más se supo y las conversaciones se paralizaron. Fuentes del Sevilla declararon a este periódico que el club se avendría a negociar en un futuro pero que, en cualquier caso, las condiciones ya no son las mismas -el Sevilla ha vendido una serie de jugadores que le han proporcionado más de 3.000 millones- por lo que se tendría que volver a acordar el número de partidos a jugar en La Cartuja.