El PP cree que el Plan Hidrológico pondrá a prueba la cohesión interna del PSOE

José María Aznarse comprometió ayer a abordar en un plazo inmediato el Plan Hidrológico Nacional, una "asignatura pendiente" en España desde hace muchos años que considera "clave para su cohesión territorial" y que, dijo, "pondrá a prueba la cohesión interna de los partidos y la solidaridad entre las comunidades autónomas".

La cuestión hidrológica abrirá los proyectos del Gobierno al regreso de las vacaciones, ya que el próximo martes se debatirá en el Consejo Nacional del Agua. "Ya sabíamos que iba a tener algunas críticas", admitió Aznar, en referencia a las procedentes de Aragón, comunidad gobernada por el PSOE y el Partido Aragonés (Par). "Pero estamos decididos", insistió.

El presidente del Gobierno apuntó otros cuatro temas que afrontar antes de fin de año: la reforma de la Ley de Extranjería, la presentación de los Presupuestos Generales del Estado de 2001 junto con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la culminación del diálogo social y la reforma de las Humanidades.

"El mayor consenso posible"

En ese sentido, adelantó su deseo de encontrar en el Parlamento el "mayor consenso posible", especialmente con el PSOE, sobre la reforma de la Ley de Extranjería y aprovechó para alardear de que el Ejecutivo ha atinado en sus previsiones sobre el proceso de regularización de extranjeros al llegarse a una cifra cercana a los 200.000. Después reiteró su pretensión de compatibilizar el cambio de la ley con la legislación europea.A continuación, Aznar recordó que, a finales de mes, el Gobierno presentará en el Parlamento los Presupuestos y se comprometió a sacar adelante la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que pretende que tenga un "carácter estructural, no meramente coyuntural", y cuyo objetivo es el déficit cero para el próximo año, que considera alcanzable dados los indicadores de la economía.

No obstante, reconoció el "importante repunte" de la inflación, que ha situado el IPC de julio en el 3,6% cuando la previsión oficial del Gobierno para finales de año es del 2%. Así, se comprometió a ser "especialmente beligerante" en la adopción de medidas para controlarlo y rebajarlo.

En cuanto a la culminación del diálogo social, el presidente precisó que debe dar lugar a una nueva reforma laboral, un nuevo pacto por el empleo y un nuevo Pacto de Toledo.

Respecto a la reforma de las Humanidades dijo que es "un compromiso del Gobierno" y "una aspiración mayoritaria de la sociedad española". Finalmente, expresó su confianza en que en esta ocasión se consiga el consenso con la oposición que no se logró en la pasada legislatura por "la preferencia de los regates electorales a corto plazo".