Casitas de papel

Se está construyendo mucho, pero mal. Desde mi punto de vista, la manera actual de edificar constituye una violación del derecho a la intimidad de las personas. Los edificios son pura apariencia. A través de las paredes, techos y suelos puede escucharse todo: las conversaciones, los grifos, las cisternas y hasta el mínimo ruido. Y tan indignante como esto son esas mamparas de cristal que colocan para separar una terraza de otra. Resulta que uno se hipoteca para toda la vida para poder comprar un piso (porque baratos no son), para después salir al balcón y encontrarse con su vecino. ¿Es eso lo que saben hacer los arquitectos?Yo no tengo ninguna carrera universitaria, pero estoy segura de que debe de haber otras soluciones mejores.

No sé quiénes son los responsables. Si son las leyes, creo que deberían cambiarse; pero si son los arquitectos o los constructores, opino que deberían preocuparse mucho más por aislar un piso de otro. No creo que por ello se arruine nadie. Además, ¿de verdad queda satisfecho un profesional construyendo viviendas de papel?

Yo, por mi parte, estoy convencida de que por el precio que pagamos, las familias de trabajadores que nos hipotecamos de por vida para poder disfrutar de nuestro único hogar tenemos derecho a lo esencial que debe proporcionar una vivienda: intimidad.- Rosa Isabel Tris Morlans. Salt (Gironès).