Viva la patrulla
Estoy contenta porque he salido en los periódicos, no en éste y firmando, que es lo fácil, sino en los suplementos dedicados a Cataluña y en el apartado sucesos. No he salido con nombre y apellidos, sino por alusiones. Les cuento. Resulta que en la esquina opuesta a mi bar preferido del barrio (preferido, entre otras cosas, por hallarse en la esquina opuesta) se encuentra un antro, también llamado after-hours, en el que ayer un tipo armado con dos Parabellum y una licencia de caza disparó contra el portero y casi le mató, e hirió de refilón a un cliente. Eran como las once de la mañana, que será after para según quien, pero que para mí, y más en martes, era before de narices, por lo que me perdí el evento. Sin embargo, me cuento entre el colectivo vecinos, el cual se explayó con los periodistas acerca de lo hartos que nos tiene el establecimiento de autos. Por ello digo que he salido, hemos salido en los periódicos.Y esto no es más que el principio, ya que a la hora de la merienda me dio por deliberar con otros vecinos con los que suelo juntarme: un jubilado cojo, todavía de buen ver, que se parece al abuelo de Kojac; una dama que pasea un caniche y fue contemporánea de La Bella Dorita y Lluís Companys, y servidora, que constituyo algo así como la aportación punki sin rótula. ¿Por qué no formamos una patrulla de seguridad ciudadana?, les dije. A buen seguro que, si nosotros hubiéramos merodeado por el antro con nuestras feroces cataduras, el tipo vestido de paramilitar que empuñaba las Parabellum se lo hubiera pensado muy mucho antes de atacar al pobre portero. Quien, inciso, era al parecer de Transilvania, igual que su ayudante, lo cual también da para reflexionar, ¿no creen? Es un reportaje ideal para becarios: ¿acuden los propietarios de after-hours a la cantera de compatriotas del conde Drácula para que no se les queden dormidos mientras montan guardia? ¿En caso de ataque salvaje con Parabellum, necesitan una transfusión o dos? El herido es un buen mozo y espero que salga de ésta y que, en adelante, se coloque de vampiro en un sitio más tranquilo.
Mas no nos desviemos de la consecuencia más ilusionante que este lamentable suceso ha despertado en el grupo urbano de vecinos arriesgados, entre los que me incluyo. Debe ser que estoy muy crecida desde que Aznar ha declarado en Polonia que se siente heredero de la lucha del sindicato Solidaridad, porque experimento dentro de mí una fuerza lógicamente interior (de Ministerio del Interior, quiero decir) que me impulsa a desfacer entuertos arrastrándome del mundo por sus confines en plan patrullera ciudadana espeluznante. Hoy, mi barrio; mañana, quién sabe.
Hasta podríamos fichar al recién dimitido ministro del Interior francés, Pierre Chevènement (acabo de escribir una redundancia: si es dimitido tiene que ser extranjero), aprovechando que se ha quedado en el paro. Qué gran hombre. Dicen de él que es "el ardiente defensor de todas las ideas muertas". O sea, como el lehendakari, pero en francés, lo que marca la diferencia. Es decir, el uno se va cuando ve que sus ideas están muertas, y el otro se queda a pesar de que ve que siguen matando gente por ideas que están muertas.
Volviendo a lo que nos interesa, la patrulla en ciernes, lo que más me gustaría es trincar a Enrique Iglesias en una de sus actuaciones, justo en el momento en que se le ve el reborde blanco del pantalón caído: "Queda usted detenido en nombre de la ley y el orden y del Colectivo Calzoncillos Ocean", le diría, apuntándole con... Iba a decir un libro, pero eso no puede ser, pues no le atemorizan desde que Juan Cruz (Juan, cariño, ¿por qué lo hiciste?) le regaló un volumen de poesía de Mario Benedetti y ahora a él le gustan mucho los versos de Benedetti, sssabessss, y como que a lo mejor les pone música en cuanto tenga un día tonto. No, habría que pensar en algo más contundente para usarlo como arma contra el muchacho a quien Los muñecos del guiñol de Canal + (volved pronto: sin vosotros me siento como sin Gobierno) califican, con razón, de triunfo de la evolución de cierta especie.
Ya lo tengo, lo del arma, quiero decir: tres provectos patrulleros irrumpen en un concierto de Enrique Iglesias apuntándole con los archivos de Salamanca y le detienen. En el caso de que no se los hayan regalado también, como parte del proyecto de reforma de las humanidades.Enrique Iglesias
A él le gustan mucho los versos de Benedetti, sssabessss, y como que a lo mejor les pone música en cuanto tenga un día tonto
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