El Estado frena la inversión y recauda más por IVA, pero no reduce el déficit

La ejecución del Presupuesto del Estado hasta julio pasado se ha saldado con un aumento del 25% en el déficit de caja. La diferencia entre ingresos y pagos realizados en los siete primeros meses del año roza ya los 900.000 millones de pesetas, pese al recorte en la inversión pública (2,7%) y a los elevados ingresos por IVA (15%). Este impuesto es prácticamente el único con tasas de crecimiento importantes, frente al IRPF, que apenas supera en un 1,4% la cifra de 1999. El IVA refleja la fuerza que mantiene el consumo privado, las elevadas importaciones y el encarecimiento de las gasolinas. Oficialmente, se sigue sin cuantificar el efecto concreto de las gasolinas sobre la recaudación de IVA.

La tasa de crecimiento de los impuestos especiales es más moderada (5,9%) y, en concreto, el que grava el consumo de hidrocarburos aumenta menos (2,3%). Este impuesto es fijo por litro, a diferencia del IVA, que es proporcional al precio. Cuanto más cara sea la gasolina, más se recauda por IVA, pero menos por impuestos especiales "porque se frena el consumo", según la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez.

Frente a los resultados obtenidos en caja, los medidos según la contabilidad nacional (gastos menos ingresos comprometidos) arrojan un saldo positivo de 25.000 millones de pesetas, con una mejora de dos décimas respecto del año anterior. Las cifras no son sin embargo, comparables, por el cambio contable que ha desplazado hacia atrás casi 1,5 billones de pesetas por intereses de la deuda.

Esto explica que entre el saldo de caja y de contabilidad nacional haya un desfase de casi un billón de pesetas. Las previsiones se hacen, sin embargo, en contabilidad nacional y, dado el balance hasta julio, Presupuestos garantiza que se cumplirá el objetivo del 0,4% del PIB este año para todas las Administraciones públicas.

La ejecución en caja muestra, sin embargo, un cierto agarrotamiento. Sólo crecen los pagos obligados por transferencias (un 14,6%) -en especial los destinados a Sanidad- y los gastos financieros (1,3%). En los ingresos, únicamente mantienen su dinamismo los derivados de la buena coyuntura económica.