The very best of Dr. John

El Doctor Juan se dio a conocer en 1968 ataviado con plumas, amuletos y demás parafernalia de alto sacerdote del vudú, rama psicodélica. Pero debajo estaba Mac Rebenack, un músico de culo pelado que se había pateado todos los estudios y escenarios de Nueva Orleans, un bohemio de vida turbulenta que cambió la guitarra por los teclados tras recibir un disparo en la mano. En su cabeza estaba el mejor rhythm and blues de la ciudad, y cuando se despojó de los disfraces recuperó y extendió esa tradición bulliciosa. Este disco antológico, resumen de un doble CD (Mos' scocious), contiene sus clásicas, de la intimidante I walk on guilded splinters a la gozosa Such a night, aparte de sus sabias recreaciones de Iko iko, Tipitina y el himno carcelario Junko partner. Más delicias inesperadas como la pícara Makin' whoopee, donde su garganta de rana mugidora se viste de esmoquin para bailar con la elegante voz de Ricki Lee Jones. Dieciocho interpretaciones capaces de iluminar hasta el día más tristón.