EL AMOR Y LOS REMORDIMIENTOS UNEN A ICÍAR BOLLAÍN Y A BORAU

La actriz madrileña interpreta a una mujer de turbio pasado en 'Leo', una película hecha a su medida por José Luis Borau, que se estrenará en 22 ciudades el próximo viernes. "Es un lujo que escriban un papel para ti, aunque sea antipático", dijo ayer Bollaín

Un gran amor sólo merece llamarse así cuando acaba con la muerte", escribió William Shakespeare. A partir de esta cita, el cineasta aragonés José Luis Borau elaboró el guión de su última película, Leo. Una historia de amor entre Leo (Icíar Bollaín) y Salva (Javier Batanero) en la que "todos los personajes principales, menos uno, viven remordidos por culpas anteriores", afirmó ayer Borau en la presentación del filme, que se estrenará el próximo viernes en 22 ciudades españolas.

Borau cortó el papel de Leo, eje de su noveno filme, a la medida de Icíar Bollaín, pues se inspiró en ella al escribir el guión. La actriz encarna a una mujer de turbio pasado, que empieza recogiendo cartones y que se enamora de Salva, un guarda de seguridad del polígono en el que vive.

"Un papel muy complejo, porque siempre está tensa y angustiada y es bastante díficil no repetirse", explicó la actriz. Aunque se siente dichosa: "Es un lujo que escriban un personaje para ti, aunque resulte antipático al espectador", declaró la también directora de cine.

"Yo elijo a los actores por su físico, no por su nombre. Porque el físico los condiciona y no tienen que actuar sino ser ellos mismos", afirmó el cineasta. Llevado por esta idea, Borau, que es asimismo el productor de la película, contrató al cantautor Javier Batanero -en el papel de Salva, el amor de Leo- , "que es la gran sorpresa del filme" ; a Rosana Pastor -jefa de una fábrica textil en la que luego trabaja Leo-, cuya colaboración "es esencial"; a Charo Soriano -madre de Leo- , "que interviene pocos minutos, pero que sigue presente en toda la historia", y al actor ruso Valeri Jlevinsky, en el papel de padrastro de Leo.

Dudó sin embargo a la hora de contar con Luis Tosar para el papel de Paco, el otro guarda de seguridad que trabaja con Salva. Bollaín tuvo que convencerle de la valía del actor, pues Borau recordaba sólo su imagen de hombre retraído en Flores de otro mundo- dirigida por la propia Bollaín- y no le veía capaz de interpretar a un hombre abierto y campechano. Sin embargo, ahora Borau lo considera "uno de los actores con más futuro de nuestra filmografía".

Una historia de pasiones en el Madrid actual, "porque los amores de las películas de época no me los creo", señaló Borau. El relato tiene como escenario un polígono industrial de Fuenlabrada (Madrid). En los polígonos sigue habiendo movimiento cuando la gente vuelve a sus casas tras trabajar, "hay bares, hoteles... y aunque ha habido voluntad de acercarse a ese mundo en otras películas, nadie hasta ahora lo ha hecho como yo", aseguró el cineasta.

En Leo, su primer filme tras abandonar hace año y medio la dirección de la Academia de Cine, Borau admitió que corre riesgos por las novedades que presenta, no sólo en su estructura -relata el pasado desde el presente sin utilizar el flash-back- sino por el punto de vista desde el que la historia está contada, que no permite al espectador identificarse con ningún personaje.

Respecto a los planes de futuro, una Bollaín embarazada anunció que tras dar a luz dirigirá su tercera película, "porque si no me van a dar las uvas". El guión, dijo, está "aún muy verde", y sólo precisó que se rodará "muy lejos de España". Borau proyecta "recuperarse" tras dos años y medio haciendo esta película, y, si la recaudación va bien, planea rodar una nueva película, La pajarita de oro.