El brazo político de los paramilitares protestantes del Ulster pide la paz
El líder del Partido Democrático del Ulster -brazo político de la banda paramilitar protestante Asociación para la Defensa del Ulster-, John White, exigió ayer el cese de la actual ola de violencia sectaria entre los grupúsculos lealistas. "Los grupos deben decretar un alto el fuego y el cese de las hostilidades, aunque sea por un breve periodo, para dar espacio a las negociaciones", dijo ayer tras el último atentado terrorista en el que una niña de 11 años resultó herida en la noche del lunes. El grupo de White es aliado de los Luchadores para la Libertad del Ulster (UFF), ambos en guerra civil con la Fuerza de Voluntarios del Ulster. El ataque a tiros contra la vivienda particular de los Daly en Colaraine, al norte de Belfast, no fue gratuito: un miembro de la familia Daly actúa como portavoz de la UFF.
Este atentado implica además el traslado de la guerra desde el barrio ultra protestante de Shankill, en Belfast, a otras áreas de Irlanda del Norte. La tensión crece desde hace diez días pese al retorno del Ejército británico a las calles de la capital norirlandesa, de donde se habían replegado hace dos años. Las represalias entre grupos armados han dejado, de momento, un saldo de tres asesinatos y una niña herida.
"Debido al tamaño de la niña y la medida de las balas, el daño pudo ser terrible. Charlene ha tenido mucha suerte de salvar la vida", comentó el cirujano Malcolm Brown, quien confirmó que la pequeña tiene varias costillas rotas y un pulmón dañado que requerirán una intervención quirúrgica. El ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, condenó ayer el atentado. "Me siento indignado por este tiroteo y la forma en la que estos matones insensibles están dispuestos a degradarse", afirmó Mandelson sobre el ataque, atribuido por los residentes locales a una disputa entre bandas paramilitares protestantes rivales.
