El partido de Haider intenta convencer a la UE de que el castigo a Austria debe ser levantado
La presidenta del partido de extrema derecha austriaco FPÖ (Partido Liberal), Susanne Riess-Passer, por un lado, y varias organizaciones no gubernamentales, por el otro, viajaron ayer a la ciudad alemana de Heidelberg para presentar sus visiones sobre la política austriaca a los encargados de elaborar un informe que permita evaluar si conviene retirar las sanciones que los demás 14 miembros de la UE impusieron en febrero contra Viena, cuando el Partido Popular Austriaco (ÖVP) formó coalición gubernamental con el FPÖ del ultraderechista Jörg Haider.
El informe del grupo llamado los tres sabios deberá ser presentado este otoño a la presidencia francesa de la UE. El grupo, formado por el ex ministro español de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja, por el antiguo presidente de Finlandia Martti Ahtisaari y el jurista alemán Jochen Frowein, director del Instituto Max-Planck, recibió por la tarde a la vicecanciller Susanne Riess-Passer, que preside el FPÖ, aunque el partido continúa bajo liderazgo de Haider. Los sabios se niegan a hablar con Haider y, una vez más, declinaron la invitación, presentada personalmente por la vicecanciller en este sentido. Tras la reunión, Riess-Passer comentó que mantuvo con el grupo de expertos de la UE conversaciones "muy importantes" acerca de Haider y de la evolución del FPÖ, y que espera que el informe esté listo en los próximos días o semanas, aunque no cree que la decisión sobre las sanciones se tome tan pronto.
Tanto Riess-Passer como los 23 representantes de ONG que participaron en la sesión tienen la impresión de que los expertos de la UE están muy bien informados sobre la realidad austriaca. El objetivo de las ONG es ofrecer documentación acerca de temas alarmantes como el "racismo institucionalizado" del FPÖ, partido que con sus lemas xenófobos contribuye a fortalecer el potencial de racismo.
La imparcialidad de la justicia y la limitación de la libertad de expresión constituyen los puntos más alarmantes de la nueva política austriaca, según el grupo Demokratische Offensive, que advirtió de las constantes denuncias de los críticos del Gobierno. Preocupa que el mismo ministro de Justicia, Dieter Böhmdorfer, antiguo abogado de Haider, haya denunciado a través de su bufete de abogados al célebre artista André Heller debido a un comentario publicado en el periódico Kurier en el que Heller decía de cuatro miembros del Gobierno (incluido Böhmdorfer): son "trepas de la política, degenerados desde el punto de vista de la higiene espiritual".
Mientras tanto, desde Carintia, Haider anunció que está preparando un séquito de 230 personas, incluido un coro de 80 cantantes y 40 músicos, para viajar al Vaticano el 16 de septiembre. Para entonces, Juan Pablo II recibirá en una audiencia al líder ultraderechista austriaco, quien en su calidad de presidente regional de Carintia entregará al Vaticano un árbol de Navidad, según una tradición vigente desde los años setenta para que cada Navidad se exponga en la plaza de San Pedro un abeto procedente de algún país centroeuropeo. El año pasado, fue ofrenda de la República Checa. La elección de Carintia para el 2000 estaba fijada desde 1997, mucho antes de que Haider asumiera el Gobierno de dicho Estado federado.
A finales de septiembre, el populista de derechas austriaco será invitado a Génova, al acto de fundación de una versión italiana del FPÖ, por iniciativa de Rita Erba, la directora de un grupo denominado Partido Nacional-liberal de Liguria, que hace dos años organizó una colecta de firmas contra la "inmigración salvaje".
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