El asilo ilegal de ancianos de Jerez estaba abierto desde hace tres años

Mercedes P. R., la propietaria del asilo ilegal desmantelado el pasado viernes en calle Chancillería Jerez, había gestionado anteriormente otras dos viviendas para mayores, situadas también en el centro de la ciudad. Este último asilo llevaba abierto tres años, sin que ninguna administración lo detectase. Los ancianos, que vivían rodeados de basuras en el interior de la vivienda, pagaban entre 23.000 y 80.000 pesetas, dependiendo de la antigüedad y de que la dueña accediera o no al regateo mensual.Aunque el caso está en fase de investigación y apenas han trascendido datos, se sabe que los ancianos llevaban años viviendo en condiciones de miseria y que algunos querían marcharse a residencias legales, aunque se desconoce por el momento por qué se les denegaba su acceso pese a tener pensiones que permitieran dicho traslado.

Uno de los ancianos manifestó que la comida que le servían "era de mala calidad, un simple puchero sin sabor alguno" y además se quejó de que la propietaria apenas se acercaba por sus habitaciones. "La muda de las sábanas las realizaba cada varios meses, por lo que algunas estaban completamente negras", se lamenta.

Para el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, el asilo Jerez "es un caso aislado que no tiene que ver con una residencia de ancianos y sí con una actividad ilícita e inmoral que felizmente la policía ha detectado". Según Pérez Saldaña, el plan regional elaborado por la Administración autonómica para regular las residencias de mayores está dando sus frutos y se encuentra muy avanzado: "La mayor parte de las residencias de Andalucía están absolutamente adecuadas a la normativa; muchas otras lo están haciendo provisionalmente a través de los convenios bilaterales entre la Administración y los propietarios de las residencias". Hoy está previsto que los afectados acudan de nuevo a la calle Chancillería para recoger todas sus pertenencias, que quedaron en el local clausurado por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Jerez, juez Manuel Hermosín.

La policía sospecha que la detenida, que será acusada de un delito contra las personas, podría haber estado recepcionando desde hace varios años objetos robados, aunque señalaron que "será muy difícil probar este extremo".