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Yo sé hacer puré

Juan José Millás

Ha dado la vuelta a España la noticia de que los monos del Zoo de Madrid saben hacer puré. Se le ocurrió a una mona a la que un salvaje había arrancado los dientes para que no mordiera. Pero de esta habilidad de arrancar dientes sin remordimientos no habla nadie. Noticia no es que un imbécil arranque los dientes a una mona, sino que la mona aprenda a hacer puré para sobrevivir.Como estoy fuera de Madrid, de vacaciones (eso es lo que me digo para no deprimirme), todo el mundo me pregunta si conozco a la mona que sabe hacer puré.

-Pues no, francamente.

La gente me mira horrorizada. No comprenden que viviendo en Madrid no conozca a la mona que sabe hacer puré. El otro día salí a cenar con unos amigos del pueblo en el que paso las vacaciones (las llamo vacaciones para no ponerme triste) y tuve que fingir que conocía a la mona que sabe hacer puré, para no decepcionarles. Dije incluso que tenía cierto trato con ella.

-Tenemos que ir a Madrid a ver a la mona -dijo una señora a su marido.

-A la mona y a Álvarez del Manzano -replicó él.

Les expliqué que Álvarez del Manzano no está expuesto, que son cosas distintas, pero entonces advertí que desde fuera de Madrid se tiende a ver esta ciudad como una especie de zoo gigantesco en el que todos y cada uno de sus habitantes tenemos alguna peculiaridad animal o pintoresca. El que no sabe hacer puré, sabe hacer ganchillo. He comprobado que en la periferia llamaron mucho la atención las declaraciones públicas de amor que este invierno hizo el alcalde a su señora.

-¿Pero ella es tan guapa? -te preguntan.

-Guapísima -dices tú pensando en los dientes de la pobre mona del zoo y en los fondos reservados del Ayuntamiento.

-¿Y qué otros animales curiosos hay?

No sabe uno si se refieren a los de dentro o a los de fuera del zoo y en consecuencia no sabe uno qué contestar. Resulta agotador ser de Madrid en provincias, sobre todo si tienes la mala suerte de que salte alguna noticia pintoresca, o de que tú mismo tengas alguna rareza personal. Creo que es ser mejor de provincias en Madrid. No te preguntan tantas cosas.

-Lo increíble de Madrid -dices al fin para darle altura a la conversación- son Las Meninas.

-¿Las moninas del zoo? ¿Tiene hijas la mona sin dientes?

-No, no, Las Meninas de Velázquez.

Resulta peligrosísimo lanzar una provocación de este tipo, porque a continuación tienes que explicar que Las Meninas no están en el zoo, como la mona que hace puré, sino en el Prado, como Las Hilanderas. Lo mejor es callarse, pero si te callas piensan que te haces el interesante porque eres de Madrid y enseguida te marginan. De modo que tienes que seguir hablando de Madrid, pero no del Madrid real, sino del que ellos se imaginan. Si hablas del Madrid real, incluso del Real Madrid, enseguida se cansan de escucharte.

La noticia de la mona encaja perfectamente en el imaginario colectivo que hay sobre Madrid, por eso ha salido en todas partes: para alimentar ese imaginario. Las noticias sobre el alcalde también encajan muy bien en la fantasía colectiva. Es mucho más conocido que Ruiz-Gallardón, pese a que Gallardón es el presidente de la Comunidad. Pero también es más conocida la mona sin dientes que Velázquez.

-Un vecino nuestro -dije el otro día en una cena de matrimonios- vive con una muñeca hinchable y sale con ella al balcón todos los días.

-¿Y la muñeca tiene lengua? -preguntó una señora.

-No, pero sabe hacer puré -dije yo, y su marido me miró mal porque se dio cuenta de que estaba hablando por hablar. Desde entonces no han vuelto a invitarme a cenar y se cambian de acera cuando se tropiezan conmigo en la calle.

Menos mal que las vacaciones, o lo que sea esto a lo que yo llamo vacaciones, están a punto de terminar, porque si no tendría que buscar el modo de reconciliarme con la gente. Me siento como un mono al que todos miran con una mezcla de asombro y pánico. Les asombra que vaya por la calle sin agredir a nadie y les da pánico la posibilidad de que por detrás de mi frente pueda pasar algún pensamiento. No se puede vivir así. De hecho, he aprendido a hacer puré, para defenderme de las otras carencias. Eso que les debo.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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