Dagoll-Dagom llega a Sagunt a Escena con 'Cacao', una adaptación musical de un cómic

Son muchos años de oficio, y se nota, además de que resulta imposible atenerse para siempre a las claves de Antaviana, el primer bombazo de la compañía. Dagoll-Dagom, una de esas importantes compañías privadas de teatro catalanas que ha hecho de todo, sin variar por ello demasiado el horizonte de su trayectoria, que incluye productos tan majestuosos como El Mikado. No es la primera vez que adaptan las tiras de Lauzier, del que ya montaron Glups!. Ahora presentan (hoy y mañana) en Sagunt a Escena Cacao, una versión musical y mestiza del cómic La carrera de la rata.

Para confeccionar este espectáculo se ha juntado lo mejor de cada casa. No sólo el cómic original de Gerard Lauzier, cronista más o menos esclarecido de la reconversión de la izquierda en un montón de yuppies ejecutivos, sino la necesidad de hacer un musical donde la participación, musical y de la otra, de la parte caribeña de la experiencia tuviera su importancia. Joan Lluís Bozzo, alma mater y pater de la compañía desde su fundación, sugiere al respeto que Lauzier es "un humorista cruel, de una lucidez arrasadora, que describe nuestras vidas con sarcástica moralidad" y que, no contento con eso, que bien podría satisfacer los objetivos más ambiciosos, "arranca las máscaras que la hipocresía pone ante nuestras caras desvalidas".Pero esto, como es lógico, no es todo. Qué va. Al lado mismo estaba Santiago Auserón y su liderazgo en Radio Futura. Reconvertido por propia voluntad en Juan Perro, sigue seduciendo a Dagoll-Dagom "con su poesía, rock profundo y con su ardua labor, no siempre bien entendida, de rellenar con los compases del son cubano el quilometraje de su vida". De esa mezcla explosiva, la resuelta inclinación de Dagoll-Dagom por el musical con sustancia divertida y el songoro cosongo del actual Juan Perro sale un espectáculo multicolor y como muy veraniego, con el que su principal creador, Bozzo, busca "contarle al público algún aspecto de la verdad sin quitarnos las lentes del humor, de la sátira, de la higiénica capacidad de reírse de uno mismo y de los demás", para añadir que "si a este cacao le quitásemos el humor, quedaría la desesperación".

Un numeroso reparto encabezado por Ferran Rañé interpreta este musical, adaptado y dirigido por Bozzo, con la colaboración de Anna Rosa Cisquella y Miquel Peirel, donde la música de Santiago Auserón es interpretada en directo por una orquesta bajo la dirección de Xavi Capellas.