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El Instituto Ramon Llull costará cada año 1.000 millones de pesetas

El consejero de Cultura de la Generalitat, Jordi Vilajoana, anunció ayer en Prada de Conflent que los gobiernos catalán y balear pedirán a la Administración central que aporte 600 millones de pesetas para la creación del Instituto Ramon Llull, cuyo cometido será la difusión de la lengua y la cultura catalanas en el extranjero, del mismo modo en que el Instituto Cervantes lo hace con la cultura española. También solicitarán una ayuda anual para financiar los 1.000 millones de pesetas que costará cada año su funcionamiento.

La petición se formulará en breve y directamente al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, ya que el objetivo es incluir la financiación de la nueva institución en los presupuestos del Estado para 2001. Vilajoana ha argumentado esta petición en el reconocimiento de la pluralidad lingüística de España que recoge el artículo 3 de la Constitución y en el compromiso explícito de facilitar su difusión, consagrado también en la Carta Magna. El Instituto Ramon Llull, cuyos estatutos deberían estar listos a finales de año -actualmente trabajan en ellos los gobiernos catalán y balear-, tendrá un presupuesto inicial de 1.000 millones de pesetas y necesitará la misma cantidad cada año en concepto de gastos de funcionamiento. La institución tendrá dos sedes: una en Barcelona y otra en Palma de Mallorca. Los gobiernos catalán y balear, que impulsaron conjuntamente el proyecto el pasado abril, esperan conseguir de los ejecutivos valenciano y aragonés el compromiso de formar parte del proyecto y contribuir a su financiación, ya que la iniciativa pretende reunir todos los territorios de lengua catalana que hay en España. El Gobierno de Andorra podría colaborar con acuerdos puntuales, pero no será parte integrante del instituto.

El Ramon Llull absorberá, en opinión de Vilajoana, todas las tareas de difusión cultural que realiza la Generalitat de una manera dispersa: presencia catalana en ferias internacionales, semanas culturales en el extranjero, promoción exterior de cantantes y grupos musicales y de filmes catalanes o apoyo a iniciativas como el Festival de Teatro de Tàrrega o la Mostra de Música Viva de Vic. La Generalitat invertía hasta ahora 400 millones de pesetas anuales en la proyección exterior de la cultura y la lengua.

Zeleste

Vilajoana también anunció ayer en Prada que el próximo lunes tiene previsto reunirse con el director de la sala Zeleste, Víctor Jou, para estudiar un plan de viabilidad de la sala. Una vez acordado, el consejero aseguró que intercederá ante la Hacienda Pública para solicitar el retraso del pago de los 130 millones de deuda que el recinto tiene contraída con la Seguridad Social. "Zeleste es un proyecto viable", afirmó el consejero, tras asegurar que varias personas y grupos-cuyo nombre no especificó- se han puesto en contacto con él para adquirir la sala o participar en su funcionamiento. El responsable de Cultura anunció también que será finalmente el próximo 14 de septiembre cuando se presenten el proyecto museológico y los nuevos estatutos del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), en un acto que presidirá Jordi Pujol.

El consejero se desplazó ayer hasta Prada de Conflent para participar en una mesa redonda sobre la difusión de la cultura catalana, que tiene, afirmó, un mercado interior estimado en unos 10 millones de potenciales consumidores. En el debate intervinieron también el ministro de Cultura de Andorra, Enric Pujal, y el consejero de Cultura de Baleares, Damià Pons. Este último insistió en la necesidad de potenciar el intercambio cultural entre las regiones de habla catalana como paso previo para alcanzar una proyección exterior potente.

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