El portavoz de Unió afirma que CiU debe reformular el soberanismo porque "excluye a mucha gente"

Jordi Casas, uno de los principales dirigentes de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), coligada con Convergència en CiU, mostró ayer la incomodidad de su partido con el giro soberanista dado por el nacionalismo catalán en los últimos años y propuso reformularlo para hacerlo "más incluyente".Casas, diputado autonómico y portavoz de Unió, explicó ayer a la agencia Europa Press en su residencia de vacaciones, en el Pirineo catalán, que el soberanismo tiene un inconveniente: "Excluye a mucha gente". Sobre todo, precisó, a la población catalana originaria de otras partes de España, concentrada en el cinturón metropolitano de Barcelona y que tiene a España como "referente" nacional.

En este área de Cataluña tienen su feudo electoral los socialistas y CiU observa con inquietud los esfuerzos del PP para penetrar en él. La dirección de los populares se ofrece ante estos sectores de población como la defensora del bilingüismo y ataca a CiU como promotora del monolingüismo catalán, sobre todo en la Administración pública. Casas afirmó ayer: "Estos ciudadanos se sentirán excluidos y no nos entenderán" si CiU persiste en el discurso soberanista.

En esta misma dirección apuntan las reflexiones del dirigente democristiano sobre los resultados conseguidos por CiU al impulsar la Declaración de Barcelona junto con el PNV y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).

En opinión de Casas, el problema no radica en el contenido del documento, del que recordó que no dice más que "obviedades", como que "España es un Estado plurinacional". Lo peor del asunto es, según él, que con él se trazó una línea que separa incluso a los partidos nacionalistas entre sí. "Lo que ha sido un grave error es decir 'o estás con la Declaración de Barcelona o eres un mal nacionalista", dijo.

Por lo demás, Casas considera "difícil" que se puedan plantear acuerdos parlamentarios entre los tres partidos firmantes del texto.

Casas también defendió la orientación dada por Miquel Roca a la política de CiU en el Congreso cuando era su portavoz (desde 1979 hasta 1995). Era, dijo, una política que hizo "auténticas aportaciones para modernizar el Estado sin abandonar el nacionalismo".

En el momento actual, el reto proritario para la coalición nacionalista es "crear un marco que haga posible la entrada de CiU en el Gobierno". Esto sólo será posible, reconoció Casas, si se consigue un buen acuerdo sobre la financiación autonómica.