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Serra Ramoneda afirma que no hay razones para privatizar las cajas

"No soy profeta, pero no creo que prosperen las ofensivas para privatizar las cajas de ahorro, si es que llegan a producirse". Así contestó ayer el presidente de Caixa de Catalunya, Josep Serra Ramoneda, al presagio formulado el lunes en Prada de Conflent por el diputado de Iniciativa per Catalunya-Verds, Joan Saura, en el sentido de que a partir de enero arreciará la presión para privatizar las cajas de ahorro por parte de "personas afines al PP y situadas geográficamente en Madrid". En opinión de Serra, "las cajas funcionan perfectamente, por lo que no hay ninguna razón para privatizar". Con todo, se mostró prudente: "Al final, es una cuestión política y, quien manda, manda". Serra dudó incluso de que llegue a modificarse el estatuto jurídico que regula las cajas de ahorro, y afirmó que es "imposible" una fusión entre la entidad que dirige y La Caixa. A su juicio es "muy difícil" que la tendencia a las fusiones cale en Cataluña porque las cajas "tienen su identidad muy clara" y están muy enraizadas en sus territorios de origen.

El presidente de Caixa de Catalunya estuvo ayer en Prada de Conflent invitado por la Universitat Catalana d'Estiu para participar en una mesa redonda sobre las cajas de ahorro junto al presidente de la Caixa de Girona, Arcadi Calzada, y el de la Caixa de Balears (Sa Nostra) Miquel Capellà. Arcadi Calzada dijo sentir "miedo" cada vez que se plantea la modificación de la legislación básica que las regula porque esa transformación normalmente se contempla en términos de control político o empresarial. "Las cajas molestan porque compiten con los bancos".

Control político

Calzada es de la opinión que el control político que se quiere ejercer sobre las cajas "es un peligro": "La vinculación de las cajas con su territorio es muy fuerte. Se ha de mantener su independencia, sobre todo ahora que han demostrado su eficacia. Se pueden cambiar cosas, pero sin permitir que dejen de ser lo que han sido hasta ahora: entidades muy enraizadas en un territorio y conocedoras de la problemática de su gente", dijo.Miquel Capellà incidió en este aspecto. "El concepto de caja no se puede desvincular de valores como la cultura y la solidaridad. Quien pierde los orígenes, pierde la identidad", dijo el presidente de Sa Nostra, que situó la diferencia entre cajas y bancos en que las primeras "luchan a favor del débil y contra el poderoso, contra la usura".

Ramoneda subrayó el peso específico que las cajas tienen en el sistema crediticio español, "prácticamente igual que el de los bancos", en comparación con el resto de Europa, y coincidió con Capella en que su rasgo más distintivo es el grado de vinculación al proyecto del personal que trabaja en ella: "Las cajas son empresas a la japonesa. Sus trabajadores se identifican tanto con ellas que su motivación les hace generar un mayor rendimiento".

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