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Decomisados 880 litros de bebidas y 200 kilos de comida a ecuatorianos del parque del Oeste

Alimentos escondidos

La Policía Municipal ha decomisado en lo que va de mes 880 litros de bebidas (cerveza, agua y refrescos) y más de 200 kilos de alimentos (patatas, carne, plátanos y precocinados) a vendedores ecuatorianos que frecuentan el parque del Oeste (Moncloa), donde los jueves y domingos se reúnen centenares de inmigrantes de este país latinoamericano.La concejal de Policía Municipal, María Tardón, explicó que los agentes han intervenido "para evitar riesgos sanitarios por la venta de alimentos perecederos sin cumplir la normativa y para impedir el deterioro del parque por la acumulación de basuras y la costumbre de algunos vendedores de encender fuegos para cocinar".

En estas reuniones, los inmigrantes charlan, bailan, escuchan música, juegan al voleibol, beben y degustan platos típicos. Pero sobre todo, combaten el desarraigo de vivir a miles de kilómetros de su tierra y su familia.

"En julio han llegado a juntarse hasta 2.000 personas y el personal de mantenimiento del parque nos ha indicado que se está produciendo un grave deterioro por la acumulación de basuras. Hay una asociación de vendedores que se comprometió a dejar la zona limpia y a que no se desmadrase la venta de comida, pero las concentraciones son tan multitudinarias que yo creo que a ellos mismos se les han ido de las manos", añade Tardón.

La Policía Municipal ha realizado intervenciones similares en otros parques, como el del Retiro y Pradolongo (Usera), donde también se reúnen centenares de inmigrantes ecuatorianos, peruanos y colombianos, y donde también se vende comida y bebida.

Dora Aguirre, presidenta de la asociación de ecuatorianos Rumiñahui, reconoce que estas reuniones masivas pueden perjudicar las zonas verdes donde se realizan. Por eso hoy se van a reunir con la asociación de colombianos AESCO y con representantes de los vendedores del parque del Oeste para buscar soluciones.

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"Asumimos que algunos de nuestros comportamientos no son correctos, pero eso no se resuelve cortando de golpe la venta de comidas y bebidas; se pueden negociar unas pautas de actuación y dar plazos para cumplirlas. Estas reuniones cumplen un papel importante para nosotros", añade Aguirre, y explica que los decomisos policiales están provocando efectos nocivos. "Hay vendedores que, mientras patrulla la policía, esconden los alimentos en los contenedores de basura y luego los sacan. Eso sí que supone un riesgo sanitario", concluye.Tardón asegura que también el Ayuntamiento, que ya se ha reunido con varias asociaciones, estudia alternativas. "Se trataría de encontrar varios espacios con bancos y mesas donde pudieran jugar al voleibol", añade. "El problema de la venta de alimentos perecederos tiene más difícil solución, aunque pueden existir fórmulas, como las que se aplican en las ferias".

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