Gore se sitúa por delante de Bush en los sondeos tras la Convención Demócrata

Dos nuevos sondeos confirmaron ayer que la Convención Demócrata de Los Ángeles le ha dado un vuelco a la campaña presidencial norteamericana. Su franqueza al plantear que es una persona poco carismática, pero con un amplio historial y un detallado programa de centro izquierda, ha permitido a Al Gore colocarse por delante en el marcador de un partido que iba perdiendo desde el primer minuto. Cinco debates, tres entre Gore y George Bush y dos entre sus candidatos a la vicepresidencia, decidirán el resultado final.

Al Gore cuenta, según el último sondeo de CNN-USA Today-Gallup, con el 47% de intenciones de voto; Bush, con el 46%; el candidato ecologista Ralph Nader, con el 3%, y el ultraderechista Pat Buchanan, con el 2%. Antes de Los Ángeles, Bush le sacaba a Gore en ese sondeo 16 puntos, 55% frente a 39%. Otra encuesta difundida ayer, ésta de Newsweek, le otorga a Gore un 48% y a Bush un 42%. "Vamos ganando", exclamó Kiki McClean, portavoz de Lieberman.Gore no ha desperdiciado la convención de su partido, un acontecimiento que ocupa durante una semana la atención de los medios y suele traducirse por importantes avances de popularidad de los protagonistas. Con la aplaudida elección del senador judío Joseph Lieberman como aspirante a la vicepresidencia y la adopción en Los Ángeles del mensaje populista de "la lucha por las familias trabajadoras", el candidato demócrata ha conseguido acortar la gran ventaja que, merced a su personalidad más atractiva y a su "conservadurismo con compasión", le sacaba Bush.

"Siempre hemos dicho que éstas van a ser unas elecciones muy reñidas", declaró ayer Karen Hughes, portavoz de Bush, "A partir de ahora y hasta el 7 de noviembre, la lucha va a ser muy dura", añadió. La portavoz republicana confirmó que las dos partes están negociando la celebración de cinco debates: tres entre Gore y Bush y dos entre sus números dos, Lieberman y Dick Cheney.

Según la propuesta de la Comisión de Debates Presidenciales, Gore y Bush se verían las caras el 3 de octubre, en Boston (Massachusetts); el 11 de octubre, en Winston-Salem (Carolina del Norte), y el 17 de octubre, en San Luis (Misuri). Los aspirantes a la vicepresidencia celebrarían dos cuerpo a cuerpo, también en octubre. Los equipos de campaña seguían negociando ayer esta propuesta

Gore, vigorizado por la buena acogida de su discurso en Los Ángeles y las encuestas que le sitúan por delante, continuó su campaña por el río Mississipi. Si el 7 de noviembre se confirma la victoria de Gore en California y Nueva York, y la de Bush en Tejas y Florida, la clave estará en los Estados de Michigan, Wisconsin, Illinois y Ohio, el llamado MidWest, que ahora recorre en barco el candidato demócrata.

De los labios de Gore salía ayer una y otra vez la exitosa fórmula de "lucha por las familias trabajadoras de América". Aunque el equipo de Bush, según declaró Karl Rove, confía en que el demócrata pague a largo plazo "su demagogia sobre populismo, lucha de clases y fuerzas poderosas que supuestamente nos impiden progresar". Donna Brazile, la jefa de campaña de Gore, tachó ayer de "ridículo" un editorial del semanario negro neoyorquino The Amsterdam News, que afirma que la elección de Lieberman tiene como objetivo "recoger dinero de la comunidad judía internacional". Aunque Lieberman cerró en Los Ángeles su disputa con el sector afroamericano del Partido Demócrata, las suspicacias entre negros y judíos tienen sólidas raíces en EE UU, y en particular, en Nueva York.