La familia de Irene Fernández celebra su funeral en la intimidad
La capilla de Santa Eulalia de Cabueñes, en Gijón, acogió ayer a media tarde el funeral de cuerpo presente por Irene Fernández Pereda, de 32 años, la guardia civil asesinada anteayer por ETA en Sallent de Gállego. Por expreso deseo de la familia, al interior del pequeño templo sólo tuvieron acceso, además de los familiares y amigos más allegados, las autoridades civiles y militares de Asturias. Estuvieron presentes el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces; la delegada del Gobierno, Mercedes Fernández. Varios centenares de personas se congregaron a las puertas de la capilla.El dolor y el cansancio se hacían notar en los rostros de los padres de Irene Fernández. El féretro había llegado a Asturias a primera hora de la tarde, desde Huesca, en un helicóptero del Ejército del Aire. Tras el funeral, el cuerpo fue incinerado. La familia de Irene llevará hoy sus cenizas hasta su localidad natal, la aldea de Las Agüeras, en el municipio asturiano de Quirós.
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