La UE cambiará el sistema de traspasos porque viola el derecho comunitario

La Comisión Europea se enfrenta de nuevo con la FIFA. Tras el caso Bosman, esta vez quiere acotar el mercado multimillonario de los traspasos de futbolistas. El comisario de la Competencia, Mario Monti, considera que las reglas que rigen estas operaciones entre clubes violan los principios de libre competencia y de movimiento de trabajadores recogidos en el Tratado de la UE. Exige a la FIFA que presente antes de fin de año un plan "más transparente" si quiere evitar el veto. Bruselas cree que un jugador puede cambiar de club sin que ello dependa de un acuerdo "arbitrario" entre dos equipos.

La Comisión rechaza de plano que un futbolista, aun con contrato en vigor, sea declarado intransferible en contra de su voluntad. No está de acuerdo con que el traspaso esté supeditado a un acuerdo económico entre comprador y vendedor. Bruselas, que ya ha metido el dedo en la llaga del fútbol a la FIFA con el caso Bosman y con los derechos de retransmisión televisivos, considera que "el requerimiento de la FIFA de que un club que compre a un jugador con contrato vigente deba pagar una cláusula arbitraria de transferencia infringe las reglas de la competencia y va contra los derechos de los trabajadores de trabajar donde quieran". Así se expresó hace unos días la portavoz de Mario Monti, comisario de la Competencia.Los servicios de la Competencia llegan a esta conclusión después de haber examinado durante más de un año el funcionamiento del sistema de traspasos que la FIFA aplica a los jugadores con contrato en vigor. Ayer, el portavoz de Viviane Reding, comisaria de Cultura, Educación y Deportes, declaró a EL PAÍS: "El sistema actual no es transparente y va contra el principio de libre circulación de deportistas profesionales y por eso se tiene que cambiar". "No es normal que el club de partida reclame una indemnización suplementaria, por lo general desproporcionada, al nuevo club comprador", añadió el mismo portavoz.

La sentencia Bosman y el Tratado de la UE garantizan a los futbolistas profesionales y a los deportistas en general el derecho a circular libremente por el territorio comunitario como trabajadores. "Lo que le estamos pidiendo a la FIFA es que establezca nuevas reglas, más transparentes, que permitan respetar este principio fundamental del que se benefician los trabajadores europeos", explicó el portavoz de Deportes.

La FIFA y la UEFA tienen de plazo hasta el próximo mes de diciembre para presentar una alternativa a su actual reglamentación. Pero, por ahora, la FIFA, ha dejado pasar el tiempo. El máximo organismo del fútbol internacional presiona a los gobiernos a través de las federaciones nacionales para que se reconozca la especificidad del deporte y evitar así que se aplique la normativa sobre la libre circulación de trabajadores.

La Comisión Europea no se rinde y pide a la FIFA que presente un plan alternativo, ya que en caso contrario se verá obligada a pronunciarse en contra del sistema actual de fichajes. "Estamos dispuestos a discutir, incluso a negociar periodos de transición para la aplicación del nuevo sistema", afirmó el portavoz de Reding.

Pero a Bruselas se le agota la paciencia y las relaciones entre las dos instancias han entrado en un diálogo de sordos. Para el portavoz de la comisaria de Deportes, "de momento no ha habido una señal clara de la FIFA para reformar el sistema y si no hay una propuesta concreta en un plazo razonable, Monti tiene la intención de proponer al Colegio de Comisarios que se prohíba, ya que las últimas propuestas no solucionaban nuestras preocupaciones", explicó.

De suceder así, cualquier jugador de un equipo europeo podría cambiar de club aunque tuviera contrato en vigor sin abonar las cantidades que se piden actualmente. La intención de Bruselas es que los jugadores con edades comprendidas entre los 18 y 21 años puedan abandonar un club siempre que el comprador pague un derecho de formación. Para los mayores de 21 años, el precio se fijaría en función del salario del jugador y sus años de contrato.

La Comisión Europea no tiene competencias para imponer una reglamentación en materia deportiva. "Es a la FIFA a la que le corresponde hacer propuestas razonables y concretas. Nosotros, lo único que podemos hacer es declarar el sistema de la FIFA contrario al Derecho comunitario. Pero en el momento en el que se declare ilegal, cualquier club que no quiera pagar la indemnización actual no estará obligado a hacerlo", explicó el mismo portavoz. "Los jugadores no se verán obligados por sus actuales contratos y podrían acudir a los tribunales para apoyarlos si los clubes quieren esgrimirlos contra su voluntad", agregó.

Muchos creen que si la Comisión sigue adelante con sus planes de prohibir las actuales reglas de la FIFA sobre contratación de jugadores, el mercado de las transferencias de futbolistas se hará caótico. Desde el departamento de Deportes se considera que "el caos ya existe, porque muchos clubes están endeudados para poder comprar nuevos jugadores". La Comisión confía en que la FIFA presente un paquete de reformas que "resuelva el desorden y garantice la formación de los jóvenes deportistas".