La pequeña vendedora de prosa

Una bala del calibre 22 en la cabeza deja a Ben, el líder de la tribu de los Malaussène, clínicamente muerto durante casi toda la novela. Con el protagonista en coma irreversible, parecía imposible que esta historia tuviera un final feliz, pero, contra toda razón, lo tiene, tan absurdamente feliz que deja al lector estupefacto y conmovido. Y la verdad es que las novelas que integran El quinteto de Belleville transmiten una extraña sensación de felicidad. En La pequeña vendedora de prosa, la tercera, Ben es obligado a encarnar a un autor de éxitos que se esconde tras el anonimato y ahí empieza la locura en la que se ven implicados sus numerosos hermanos y amigos, la tribu. Pennac aborda, con un argumento que no deja respiro, el mundo de la literatura y de la edición. Hasta ahora, cada una de las novelas de la saga es mejor que la anterior y todas son buenas. Las primeras fueron La felicidad de los ogros y El hada carabina. En los próximos se publicarán El señor Malaussène y Los frutos de la pasión. ROSA MORA