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Lo que Internet no puede hacer

"Es imposible que sigan existiendo los antiguos prejuicios y enemistades al haberse creado instrumento tal para el intercambio de pensamiento entre todas las naciones de la Tierra", afirmaban victorianos entusiastas, aclamando la llegada en 1858 del primer cable telegráfico transatlántico. (...) El optimismo más desenfrenado saluda hoy a Internet. Toda una industria de cibergurús ha cautivado a las audiencias (y logrado un pingüe medio de vida) con afirmaciones exultantes sobre cómo Internet evitará guerras, reducirá la contaminación y combatirá distintos tipos de desigualdad. Sin embargo, aunque Internet todavía es lo suficientemente joven como para inspirar idealismo, también lleva existiendo el tiempo suficiente como para poner a prueba la veracidad de los profetas.La afirmación más grandiosa es la de algunos de los sabios del Instituto de Tecnología de Massachussetts sobre el potencial de Internet como fuerza de paz. (...) El error que se comete es suponer que las guerras se producen simplemente porque dos pueblos diferentes no logran entenderse de forma adecuada. Pero aunque eso fuera cierto, Internet también puede utilizarse para hacer apostolado del conflicto. El discurso del odio florece en sus rincones más sombríos, donde los Gobiernos tienen dificultades para intervenir. Aunque Internet potencia la comunicación, no acabará con la guerra. (...) Pese a las afirmaciones de los tecnoprofetas, la Humanidad no puede librarse de sus fallos con meros inventos. Internet no es la primera tecnología a la que se ha saludado como panacea... y tampoco será la última.

19 de agosto

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