El PNV se desmarca de su alcalde en Markina por consentir el homenaje al etarra Rementeria

Es posible que no todo el mundo crea en Markina (Vizcaya) que Patxi Rementeria, uno de los cuatro etarras muertos el día 7 en Bilbao al estallarle su propia bomba, sea un héroe, un soldado vasco muerto en acto de servicio, pero nadie ha protestado por que en el centro del pueblo donde nació arda día y noche un pebetero en su honor. Ni siquiera el alcalde, Ángel Kareaga, del PNV, fue capaz ayer de oponerse a que Euskal Herritarrok (EH) utilice el salón de plenos para instalar la capilla ardiente. En un comunicado, la dirección del PNV de Vizcaya se "desmarca totalmente" de la decisión de su alcalde, que atribuyó a "las amenazas". PP, PSOE e IU coinciden en reclamar que no se confunda la memoria de las víctimas con la de sus asesinos.

Fotografías de cuando Patxi Rementeria, nacido aquí en 1961, estuvo deportado en Cabo Verde, se iba de juerga con los amigos o daba un paseo en barco. Imágenes en color y en blanco y negro. Camisetas con su rostro. Ikurriñas de luto junto al pebetero que no se apaga. Las calles de Markina, un pueblo de 4.700 habitantes entre un paisaje de montañas, han sido convertidas por los simpatizantes de ETA en una galería de homenaje continuo al terrorista muerto. O, según rezan las pintadas, al "soldado vasco" que "el pueblo no olvidará nunca". A eso del mediodía de ayer, y en medio de ese ambiente, el alcalde, Ángel Kareaga, llegó al ayuntamiento. Debió pasar por debajo de una imagen de la Inmaculada Concepción junto a la que alguien había pintado, a modo de jaculatoria, "Gora ETA".El pleno -en un consistorio que cuenta con seis concejales del PNV, cuatro de EH y uno de EA- se desarrolló íntegramente en euskera. El alcalde, flanqueado por otro concejal del PNV y la secretaria municipal, apenas levantaba la vista de sus papeles. Quien más habló fue la portavoz de EH, Inmaculada Elexpuru. Una a una fue sacando adelante con el apoyo del PNV y Eusko Alkartasuna todas sus propuestas.

El alcalde dijo sí a que se instale la capilla ardiente en el salón de plenos y a que el municipio aporte la megafonía y la infraestructura para el homenaje. Se comprometió igualmente a hacer gestiones ante la Consejería vasca de Interior para que la policía no aparezca por aquí el día que el cuerpo del histórico militante de ETA llegue al pueblo.

También procurará que la confirmación judicial de que los restos encontrados pertenecen a Rementeria sea comunicada a la familia antes que a la prensa. A lo único que se opuso el alcalde fue a nombrar al etarra hijo predilecto de Markina y a sufragar los gastos del sepelio. Los asientos del público estaban ocupados en exclusiva por simpatizantes de ETA, algunos con camisetas alusivas al acercamiento de los presos. El alcalde les dio la palabra a algunos, que le reprocharon su negativa a honrar la memoria de Rementeria. No hubo incidentes.

Tampoco tenían los de EH con quien enfrentarse una vez que el alcalde se escabulló por una puerta a la derecha de su asiento. Nada más conocer lo acontecido en el pleno, el PNV se desmarcó "totalmente" de Kareaga.

En un comunicado, la ejecutiva en Vizcaya aseguraba ser consciente "de la presión y de las amenazas que han sufrido el alcalde y los concejales". "Entendemos", continuaba, "que los representantes del PNV en Markina hayan podido obrar en el convencimiento de que tal decisión podría ayudar a sosegar el clima que se está viviendo. Pero Patxi Rementeria no es ningún representante elegido por los ciudadanos (...), por lo que ninguna institución pública debe ser usada como capilla ardiente".

El resto de los partidos criticó la decisión del consistorio y pidió a Interior que prohíba el homenaje. Rafael Hernando, portavoz del PP, dijo que el homenaje en sede municipal constituiría "un insulto a las víctimas de ese asesino". El portavoz parlamentario del PSE, Rodolfo Ares, calificó de "insulto" y "grave equivocación" la decisión del Ayuntamiento. El portavoz de IU en el Congreso, Felipe Alcaraz, afirmó que la coalición "no acepta" que el etarra muerto se convierta en "héroe nacional".

Este periódico intentó ayer sin conseguirlo que un portavoz de la Consejería de Interior adelantara cuál va a ser la actitud de la Ertzaintza ante los actos previstos en Markina para honrar a un héroe acusado de participar en, al menos, seis asesinatos.