Agujeros de gusanos Adolfo Estalella
Albert Einstein dio a los creadores de ciencia ficción la coartada perfecta para sus viajes en el tiempo. Los novelistas, sin embargo, ya se habían lanzado a la conquista del pasado mucho antes de que la ciencia se lo permitiera. Mark Twain envió a su yanqui a la corte del rey Arturo en 1889, y H. G. Wells, construyó su máquina del tiempo 10 años antes (en 1895) de que Einstein propusiera la relatividad especial.La teoría, en la que se apoyan muchas de las elucubraciones sobre los viajes temporales, tiene una página interesante en http://www.pbs.org/wgbh/nova/
time/, que recopila artículos sobre los viajes en el tiempo y una entrevista sobre el asunto con Carl Sagan. Pero lo mejor del sitio es la sección Think like Einstein (Pensar como Einstein), dedicada a entender el comportamiento que tiene la velocidad de la luz.
Por su parte, White Holes and Wormholes (Agujeros blancos y agujeros de gusano, http://casa.
colorado.edu/~ajsh/schww.html) dispone de varios gráficos que describen los túneles de ese espacio-tiempo de cuatro dimensiones y muestran las paradojas que surgen cuando uno se imagina en el pasado y ante quien será su tatarabuelo. Para abundar en estas paradojas y en la bibliografía y la filmografía que han ocasionado, nada mejor que acudir a Time Traveller's guide to the galaxy (Guía de la galaxia para los viajeros temporales, http://www.
bagshotrow.co.za/ttgttg/index3
.html) y a Time Travel Page (Página de viajes en el tiempo, http://users.metro2000.net/
~stabbott/timetravel.htm).
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