_
_
_
_
_
Tribuna:BICHOS DE VERANO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Orizívoro

El naturalista Lluis Pardo ponderaba que la rata de agua se alimenta casi exclusivamente de arroz, y la calificaba de orizívora (de Oryza, arroz en latin). Con el "hombre valenciano" sucede algo semejante, y a fuerza de siglos de monofagia, ha conseguido hacer del arroz su planta nutricia. Hasta el extremo que el valenciano de casta -según él mismo no duda en afirmar con solemnidad y orgullo- no puede vivir sin este cereal. Por eso cuando el pater familias abandona su sempieterna indiferencia por la cocina, y en bermudas y con chanclas elabora el sofrito, en aquella cocción de los elementos, en aquel dominio del fuego, en definitiva, en aquel compromiso entre el pollo y el garrofón, se fragua la impronta inconfundible de nuestra tierra. Cada cual utiliza sus secretos, pequeños trucos que se conservan de generación en generación y que deciden el éxito o el fracaso de aquel plato. Porque en la paella está en juego el honor familiar... Y si la paella encarna nuestro carácter barroco, la paella mixta es algo así como el bilingüismo que se vive en nuestros centros oficiales. Básicamente es de carne, pero a veces asoman unas cigalas flamencas, unos mejillones confusos, unos caracoles de monte envueltos en el salvavidas de un trozo de calamar congelado. Un pot-pourri con visos de transgénico, o con posibilidades de camarote de los hermanos Marx, donde nada sobra y nada se deja. En fin, la paella mixta es al arroz, lo que Arcimboldo al arte. Claro que los valencianos somos a la cultura, lo que la paella a la Gastronomía. O lo que la rata de agua -dicho sea sin ánimo de ofender- a la filogenia de los vertebrados.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_