El soterramiento de las vías de Getafe costará 3.100 millones más de lo previsto

Las obras de soterramiento de las vías del tren a su paso por Getafe (144.000 habitantes) costarán 3.100 millones más de lo previsto. Las cuentas que maneja el Ayuntamiento getafense reflejan que, frente a los 7.049 millones presupuestados en 1998, la factura que pagarán a partes iguales el Consistorio y la Comunidad de Madrid se ha disparado hasta los 10.150 millones, según señala el alcalde, el socialista Pedro Castro. La segunda noticia negativa es que los trenes no circularán bajo tierra hasta la segunda mitad de octubre. En un principio se dijo que sería este mes.

El soterramiento de la vías es una reivindicación histórica en Getafe que cumple cerca de 18 años de historia. En septiembre de 1998 se adjudicaron a una unión temporal de empresas (UTE), formada por ACS, Ferrovial y Necso, las obras de meter bajo tierra los 3.000 metros de vías que dividían en dos el centro de la localidad. El tramo va desde la estación de Getafe Universidad (la Carlos III) hasta la del Sector III. Esta cantidad supuso entonces una reducción de 7,6% sobre el presupuesto inicial de 7.629 millones, que quedaron así en 7.049.La cantidad actual se ha incrementado porque sobre la marcha se ha visto que era necesario mejorar algunos puntos del proyecto. El último, según comenta el alcalde getafense, ha sido la construcción de un apartadero (dos líneas subterráneas de seguridad) para la compañía Renfe. "Esta obra nos costará a la Comunidad de Madrid y a las arcas municipales unos 400 millones de pesetas, que debería haber pagado de su bolsillo la propia Renfe o el Ministerio de Fomento", explica Pedro Castro.

El anterior ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se negó a financiar la tercera parte del coste de las obras de soterramiento, tal y como se comprometió su antecesor en el cargo, José Borrell, en un convenio firmado en febrero de 1996. En mayo de 1998 se modificaron las condiciones, de forma que la financiación "se repartiría entre la Comunidad y el Ayuntamiento en la proporción que establezcan ambas Administraciones". "Fomento ha sido la cantante calva de este concierto. No ha aportado un duro y, sin embargo, ha marcado un nivel de exigencias altísimo", critica el alcalde.

Este aumento presupuestario no ha venido sólo para los vecinos de Getafe. La sorpresa surgió con la necesidad de construir el apartadero para Renfe. Este trabajo retrasará dos meses la inauguración del primer tren subterráneo en el municipio. La fecha marcada desde el Ayuntamiento y la Comunidad tenía un color rojo en el calendario de los responsables municipales. Era el 25 de agosto. Deberá esperar, como muy pronto, hasta mediados de octubre, según Castro.

30.000 vecinos a pie

"Esperamos que antes puedan abrirse pasos peatonales a nivel para que la gente no tenga que subir las altas pasarelas que hemos instalado por encima de las obras", señala el alcalde socialista. Éste calculó en septiembre de 1998 que unos 30.000 vecinos cruzan por encima de las vías a lo largo de cualquier día laborable.Lo que ya está perfectamente definido es cómo quedará el bulevar que sustituirá a los raíles y las traviesas. Una gran avenida servirá de unión con barrios hasta ahora desplazados del centro urbano. Se pretende utilizar el diseño empleado por el Ayuntamiento de Madrid en el paseo del Prado. Habrá siete grandes rotondas en las que se instalarán fuentes y esculturas que representen las veces que Getafe ha sido nombrado en la literatura española, en especial en la Edad de Oro. Así, se están preparando reproducciones de obras de Ricardo de la Vega, Lope de Vega o Alonso de Mendoza.

Dos grandes aceras permitirán convertir la zona en un lugar de paseo, que además contará con un bulevar central dotado de árboles y zonas de descanso. También se han dibujado más de 3.000 plazas de aparcamiento en superficie para evitar problemas de circulación en el centro del municipio, según explica Pedro Castro.

El final de las obras no supondrá que el regidor getafense cese en sus peticiones a Fomento y a la Comunidad de Madrid. Ahora se le ha ocurrido que debe soterrarse la carretera de Toledo (N-401) a su paso por el municipio. El Gobierno regional ya ha dicho que no pagará las obras, como en el tren. "La utopía es el camino más recto para conseguir las cosas. Hace años me llamaban loco por pedir el enterramiento de las vías del tren. Ahora la obra ya está casi terminada", concluye Castro.