Un niño de 3 años muere en el Guadalquivir cuando paseaba con sus padres

Lo bomberos de Sevilla recuperaron durante la madrugada de ayer el cadáver de un niño de unos tres años que murió ahogado en el río Guadalquivir tras caer de un muelle para barcas recreativas. El menor paseaba con sus padres y, en un descuido, se zafó de las manos de sus familiares, intentó saltar entre dos pantalanes y quedó enredado entre hierros y cuerdas. A este trágico suceso se sumaba ayer la muerte de tres miembros de una familia en un pozo de Jaén.

El accidente de Sevilla ocurrió sobre las 22.00 del viernes, pero los equipos de rescate no pudieron recuperar el cadáver hasta la madrugada de ayer, tras seis horas de trabajos entre el estupor de quienes se encontraban en la zona y la desesperación de los padres del niño, que tuvieron que ser atendidos al sufrir crisis nerviosa. El pequeño se encontraba con la familia paseando por una antigua zona portuaria situada junto a la Torre del Oro, en el centro de la capital andaluza. En esta zona se encuentran algunos pequeños muelles flotantes utilizados para alquiler de embarcaciones de recreo. El niño, aprovechando un descuido, se soltó de las manos de los padres y se dirigió a los embarcaderos. Eludió las barandillas, intentó saltar entre un pantalán y otro, que ese día estaban separados por medio metro de distancia, según testigos presenciales, y cayó al agua. El padre, cuya identidad no ha sido facilitada, se arrojó de inmediato al agua para intentar rescatar a su hijo.

Poco después llegaron al lugar del siniestro miembros de la Policía Local y de los Bomberos. Algunos de los agentes se tiraron al río sin esperar a que llegaran los equipos de buceo. Otros comenzaron a rastrear con pértigas la zona para dar con el cuerpo.

Según los agentes, el niño quedó enredado en las cuerdas que sujetan los bidones que mantienen a flote los pantalanes. La aguas estaban muy turbias y había muy poca luz, lo que dificultó la recuperación del cuerpo. Casi seis horas fueron necesarias para localizarlo.

Un testigo presencial comentó que el suceso ocurrió "muy deprisa". "El niño se escurrió por las barandillas y se hundió. Todo el mundo se tiró para intentar sacarlo, pero no lo encontraban. Pasadas las doce y media [de la noche], me fui y todavía seguían buscando".

No fue hasta las cuatro de la madrugada cuando hallaron el cuerpo, enredado entre hierros y cuerdas, a unos cuatro metros de profundidad. Los padres tuvieron que ser trasladados por una ambulancia del servicio de urgencias de Andalucía (061) a un centro hospitalario afectados por un ataque de histeria.

Una vez que el juez certificó el levantamiento del cadáver, el cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico, donde ayer se le realizó la autopsia. La policía ha abierto la correspondiente investigación para comprobar si los pantalanes cumplen con las medidas de prevención de accidentes exigidas para instalaciones de este tipo. También intentan averiguar si la empresa que gestiona los muelles, Pedalquivir, cuenta con los permisos necesarios para mantener abiertos los embarcaderos por la noche sin un dispositivo que impida el paso.

La tragedía volvía a golpear en Andalucía horas después. Tres miembros de una misma familia, un padre y dos hijos, morían en Jaén al caer a un pozo tras inhalar gases tóxicos procedentes del mismo, en el cortijo La Cadena, en el término municipal de Fuerte del Rey, según informaron a Efe fuentes de la Guardia Civil.

El suceso se produjo alrededor de las 19.30 horas del sábado y los fallecidos son F. F. C, de 56 años, y sus hijos, R. F. G., de 25 años, y F. F. G, de 26 años.

El cortijo está situado en la carretera de Andújar, en el municipio de Fuerte del Rey, a 13 kilómetros de la capital jienense.