Mayor: "¡Basta ya de buenos sentimientos!"

El periódico francés Le Monde publicó ayer una información titulada "España regulariza a sus inmigrantes clandestinos antes de adoptar una ley más restrictiva" que complementó con una pequeña entrevista al ministro del Interior, Jaime Mayor.P. ¿Cómo reacciona al comentario del nuevo líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha calificado la posición del Gobierno de "retrógrada" y "de bajo nivel moral"?

R. Seamos claros. Lo que proponía la ley adoptada el año pasado, y que nosotros vamos a modificar, era la regulación permanente de los inmigrantes clandestinos en España. Pero yo digo: ¡basta ya de buenos sentimientos!, nunca seguidos de hechos, y más realismo. Con nuestra débil tasa de natalidad, necesitaremos mano de obra, pero no de cualquier manera. Queremos una inmigración legal. Establecer más control. Eso es proteger los derechos de los inmigrantes, asegurarles un estatuto, un salario y unas condiciones de existencia dignas. Lo contrario es favorecer la explotación clandestina de la que son objeto.

P. ¿Le parece la ley actual laxa o irresponsable?

R. Yo no he dicho eso. Pero esa ley fue votada, a finales de la legislatura anterior, en el contexto del politiqueo que precede a unas elecciones. El objetivo de la oposición, al hacer aprobar ese texto, era derrotar al Gobierno y lo logró. Ahora vamos a corregirlo. Y no es una sorpresa, porque ya lo anunciamos durante toda la campaña electoral. Si los españoles nos han votado y dado la mayoría absoluta es porque están de acuerdo, supongo.

P. ¿Qué criterios definirán la nueva ley?

R. España no quiere ser, en la materia, ni el país más progresista ni el más retrógrado de la UE. Queremos estar en una línea media, razonable, prudente. El Tratado de Amsterdam ya ha comunitarizado el problema de la inmigración y todos trabajamos sobre directivas para armonizar nuestras políticas. Creo que es preciso evitar un enfrentamiento en la sociedad española como el que se ha dado en otras latitudes. Entre ustedes, en Francia, ha habido cambio sobre cambio. Bastaba que la izquierda llegase al poder para decir "la derecha ha hecho un trabajo catastrófico", y viceversa. Al final, se han reencontrado con un partido como el Frente Nacional [extrema derecha]. Y eso no lo queremos a ningún precio en España.