El Gobierno desoye las quejas sociales y cambia hoy la Ley de Extranjería

"¡Basta ya de buenos sentimientos!, nunca seguidos de hechos, y más realismo". El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, resume así en el periódico francés Le Monde con contundentes palabras las intenciones de la reforma de la Ley de Extranjería, que aprobará hoy el Consejo de Ministros. El Gobierno cumplirá sus primeros 100 días de mandato con mayoría absoluta haciendo realidad sus anunciados planes para endurecer el texto legal aprobado en la anterior legislatura por todos los partidos, excepto el PP. Los llamamientos de las organizaciones sociales y de los partidos políticos de la oposición para que el Ejecutivo de Aznar demorara la reforma hasta septiembre en aras de un posible pacto de Estado sobre la inmigración no han tenido efecto. Los inmigrantes indocumentados que no hayan conseguido el permiso de residencia acogiéndose al proceso abierto el 21 de marzo y cerrado el pasado 31 de julio correrán el riesgo de ser expulsados por la policía. Según Mayor, se trata de terminar con "la regularización permanente" de los extranjeros indocumentados para "evitar que la sociedad española afronte este tema como se ha hecho en otros países". "En Francia", añadió el ministro a Le Monde, "al final ustedes se han encontrado con un partido como el Frente Nacional. Eso no lo queremos a ningún precio en España".