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El derrame de Ford, el apoyo de McCain y las protestas

En el muy milimetrado panorama sonriente y casi aburrido de la convención republicana de Filadelfia, el estado de salud del ex presidente Gerald Ford constituía ayer el único motivo de preocupación. Ford, de 87 años, permanecía internado en un hospital de Filadelfia a causa de un derrame cerebral sufrido tras participar el martes en el cónclave republicano. Otro dinosaurio republicano, el ex presidente Ronald Reagan, no participa en la convención de Filadelfia a causa del mal de Alzheimer que sufre desde hace años. Le representa su esposa, Nancy, que augura que George Bush va a ser capaz, como Reagan, de ampliar la base electoral conservadora de los republicanos. En la consecución de este objetivo, sin el cual Bush no puede soñar con derrotar al demócrata Al Gore, el papel de John McCain es crucial. El discurso del senador por Arizona y ex héroe de guerra en Vietnam constituyó el plato fuerte de la segunda velada de la convención de Filadelfia. Sin renunciar a su objetivo de reformar el corrupto sistema de financiación de la política estadounidense, McCain pidió sin ambigüedades el voto para el gobernador de Tejas.

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McCain tuvo palabras muy duras para Bill Clinton, al que acusó de practicar una política internacional basada en "amenazas vacías, falsas promesas y diplomacia incierta". Éste es uno de los ejes de la campaña de Bush. Los republicanos afirman que la desregulación de Reagan y el dinamismo de las empresas privadas son las responsables de la prosperidad de EE UU y de la creciente "americanización" económica, cultural y tecnológica del planeta. Pero, añaden, las ambigüedades de Clinton han minado el liderazgo político internacional de la superpotencia.

Mientras la convención se desarrolla en un descomunal centro de congresos de las afueras de Filadelfia, en el centro de la capital, unos 3.000 manifestantes protagonizan todos los días conflictos con la policía. Los hay de todas las causas, pero principalmente contra la pena de muerte y contra la legalidad de la compra de armas.

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