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Corretja sigue imparable.

El tenista español derrota en Kitzbuehel a su compatriota Álvarez y logra su 12º título ATP

La tierra batida sigue siendo feudo de los tenistas españoles. Àlex Corretja logró ayer su 12º título del ATP Tour (Asociación de Tenistas Profesionales) al imponerse en la final de Kitzbuehel (Austria) al también español Emilio Álvarez, que tuvo que retirarse cuando se disputaba la tercera manga debido a unos problemas de espalda.Corretja había derrotado el sábado en semifinales al argentino Agustín Calleri (6-3, 6-7, 6-2) y se enfrentaba a Álvarez, revelación de este torneo dotado con 700.000 dólares (unos 125 millones de pesetas) en premios. El número uno del equipo español de Copa Davis, que jugará la final ante Australia el próximo mes de diciembre, se había impuesto en los dos primeros sets por 6-3 y 6-1. Ya en el tercero, con 3-0 a su favor, fue cuando su rival decidió abandonar, incapaz de poder aguantar el dolor en los hombros y en la espalda.

Vencedor antes del Masters Series de Indian Wells y del Torneo de Gstaad, Corretja continúa sin conocer la derrota en el último mes. Ganó el Campeonato de España, después el Torneo de Gstaad, a continuación contribuyó a que el equipo español derrotase por 5-0 al de Estados Unidos y alcanzase la final de la Copa Davis después de 33 años, y ayer se hizo con el torneo de Kitzbuehel, que se disputa en las montaña austriacas del Tirol.

Corretja se convierte en el undécimo jugador español que triunfa en Kitzbuehel, un torneo propicio a los éxitos españoles, donde se han vivido ya tres finales totalmente españolas. Àlex se hizo con el primer set sin apenas oposición, después de 15 minutos de interrupción por la lluvia. También ganó la segunda manga con rupturas en el segundo y cuarto juego. Álvarez, que jugaba la primera final de su carrera deportiva, cedió dos veces más su saque en el último set antes de que decidiera retirarse por lesión.

El pupilo de Javier Duarte se mostró muy sólido durante todo el partido, apenas mostró fisuras desde el fondo de la pista y con su servicio, por lo que Emilio Álvarez no tuvo en ningún momento la posibilidad de derrotarle.

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