Las zonas turísticas esperan altas ocupaciones en agosto, pero sin superar el récord del año pasado
Los hoteles han registrado una alta ocupación en julio y también la esperan para agosto, pero sin superar los niveles récord del año pasado.En la Costa Dorada, en localidades como Salou y Cambrils, se prevé una ocupación parecida a la del pasado año, cuando el sector hotelero, con 42.000 plazas en la provincia, alcanzó una cota del 96%, según Octavi Bono, gerente del Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona. Este año, con mayor número de camas, entre 44.000 y 45.000, el mes de agosto tampoco presentará problemas.
Salvador Pellicer, presidente de la Asociación Hotelera de Salou, Cambrils y La Pineda, explicó que este año ha costado más captar turismo extranjero y se ha notado un ritmo de reservas más flojo. La competencia de países como Turquía y Túnez, que ofertan estancias "a precios bajos", se ha hecho notar, por lo que aún no se puede poner el cartel de completo.
En Girona, las previsiones hoteleras para el mes de agosto señalan que continuará la curva ascendente marcada en julio, aunque en algunos casos no se llegará a la plena ocupación. La mayoría de los agentes turísticos coinciden en que será difícil, si no imposible, llegar a las cifras de 1999.
Los hoteles de Lloret de Mar han tenido en el mes de julio entre el 70% y el 90% de ocupación, y se espera llenar hasta la bandera durante las tres primeras semanas de agosto. Los asociados a la Federación de Hostelería de Girona ofertan unas 106.000 plazas. En Lloret el tiempo no ha sido bueno en julio, lo que ha reducido un 10% sus cifras de ocupación respecto a las del año pasado. En general, los apartamentos de la Costa Brava, que, con 575.000 plazas, representan el 77% de la oferta total, han tenido una media de ocupación del 80% en julio, y se espera un agosto pletórico.
El auge del turismo rural ha sido considerable en los últimos años. Esta temporada existe una oferta censada que supera las 1.500 camas. Este tipo de turismo, muy importante en las comarcas del Ripollès y la Cerdanya, ha llegado al 100% de ocupación durante el mes de julio en lo que respecta al alquiler de casas, y se ha situado entre el 70% y el 75% en el alquiler de habitaciones independientes.
Los hoteleros de Barcelona están muy satisfechos por una temporada que, sin repetir los resultados del excepcional verano de 1999, se acerca al 100% de ocupación en julio. En el Maresme, las 45.000 plazas del gremio de hoteleros tienen una ocupación del 99% desde finales de junio, y se prevé que se mantenga así hasta finales de septiembre.
La situación en Sitges es muy similar. Durante el mes de junio, los hoteles tuvieron el 82% de sus camas ocupadas, porcentaje que se ha elevado hasta cerca del lleno absoluto en julio, y está previsto que así siga durante agosto. Josep Güell, de Hoteles José Grau, señala que los tres hoteles que la cadena tiene en Sitges empezaron en mayo con un 80% de ocupación, que se elevó hasta el 95% en junio y en los meses de julio y agosto llega al completo. En la ciudad de Barcelona la ocupación hotelera este verano será de cerca del 80%, según Albert Bramona, del gremio barcelonés de hostelería.
Las comarcas del Pirineo de Lleida alcanzarán durante la primera quincena de agosto cifras récord de ocupación este verano. Se calcula que los hoteles y cámpings del Val d'Aran, el Pallars Sobirà, la Cerdanya, la Alta Ribagorça y el Alt Urgell rozarán el 100% de ocupación, muy superior a la del resto de las comarcas del sur de Lleida. En la segunda quincena de agosto la ocupación hotelera bajará hasta el 75%.
Esta información ha sido elaborada por Gerard Bagué, Lali Cambra, Oriol Güell y Alba Tosquella.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.