BARAK SE ATRAGANTÓ EN CAMP DAVID
La cuestión de Jerusalén no fue lo único que se le atragantó a Ehud Barak durante la reciente cumbre de Camp David. Según reveló ayer el diario Maariv, el primer ministro israelí estuvo a punto de morir ahogado por culpa de una espina de pescado durante una cena en el transcurso de las jornadas de negociación con los palestinos. Según el periódico, que asegura haber obtenido esta información en medios oficiales, Barak estaba cenando en un bungalow junto a un grupo de consejeros y negociadores israelíes cuando, de repente, dio muestras de asfixia. Danny Yatom, consejero del primer ministro para asuntos de seguridad, intentó ayudarle dándole golpecitos en la espalda, sin demasiado éxito. Entonces, otro miembro de la delegación israelí, Gady Grinstein, agarró al primer ministro por la espalda y le elevó presionándole sobre el pecho hasta que escupió la espina. Cuenta el diario que, viendo a sus colaboradores petrificados ante la escena, el primer ministro dio muestras de aplomo y rechazó ser examinado por un médico.
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