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El realojamiento que nunca llega

Pitis y el vallecano Pozo del Huevo son ahora mismo los poblados chabolistas más antiguos de la capital, con más de 14 años de existencia. Pero así como el Pozo del Huevo tiene sus días contados, ya que el Gobierno regional se ha comprometido a iniciar su derribo este mismo año, para las 159 familias de Pitis no existe todavía un plan de realojamiento.Sin embargo, Pitis debe desaparecer porque sus casetas entorpecen la construcción de la futura avenida del Arroyo del Fresno, una vía imprescindible en esta zona de gran desarrollo urbanístico. De ahí que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid hayan iniciado negociaciones, aún sin resultado, para el derribo de este núcleo y el realojamiento de sus habitantes en pisos.

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Al raso y con lo puesto tras las llamas

En 1995, el Consistorio llegó a un acuerdo con los dueños de los terrenos urbanizables de Arroyo del Fresno para que éstos costeasen la instalación de un poblado de casas bajas para los chabolistas en el cercano barrio de Las Alamedillas. El plan no cuajó ante el temor de que los vecinos de Las Alamedillas, que ya se habían opuesto a otro realojamiento anterior, impidiesen la operación.

El desarrollo urbanístico que existe ahora en Pitis, donde incluso ha llegado el metro, no tiene nada que ver con la campiña deshabitada junto a la vía férrea donde hace 15 años se asentó un grupo de feriantes, peones y chatarreros de la empobrecida comarca lusa de Tras os Montes.

Era la segunda vez que acampaban en la zona. La primera, años atrás, las instituciones les echaron, pagándoles el regreso a Portugal. Pero volvieron.

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