Un carrusel de cambios en la dirección de la operadora

Fernando Abril Martorell, Javier Revuelta, Andrés Tejero, Juan Perea, Pedro Pérez, Arturo Baldasano, Marcial Portela son sólo unos cuantos nombres de la interminable lista de colaboradores de Juan Villalonga que primero gozaron de su confianza y luego cayeron en el descrédito y abandonaron la compañía. La rotación permanente del equipo directivo es uno de los rasgos de la era Villalonga, que a los pocos meses de llegar al grupo había prescindido de casi la totalidad de los altos cargos de su antecesor, Cándido Velázquez. Tan sólo algunos representantes de la vieja guardia de Telefónica, de reconocido prestigio en el sector, le han aguantado hasta el final: Luis Lada, responsable de Telefónica Móviles; Guillermo Fernández-Vidal, número dos en Data, y Rafael Hernández, a quien Villalonga ha confiado sus secretos en Miami. Para muchos es una sorpresa porque ni sus hombres de, en teoría, absoluta confianza le han aguantado. Son los casos de Juan Perea, Andrés Tejero o Javier Revuelta. Los dos primeros llegaron de su mano procedentes de Bankers Trust y ambos se fueron de Telefónica, a pesar del importante papel que jugaron. A ese grupo pertenece Juan José Nieto, consejero delegado de Telefónica Media, que presentó su dimisión -no aceptada por Villalonga- hace unas semanas en medio de los ataques de periodistas otrora afines y fichajes multimillonarios.

Perea, responsable de estrategía a su llegada en 1996, fue el artífice del lanzamiento de Terra, la filial de Internet de Telefónica. Andrés Tejero, director general de Recursos, diseñó las opciones sobre acciones (stock options) y abandonó la compañía alegando discrepancias con la estrategia que eligió su presidente. Revuelta dejó la compañía, desde su vicepresidencia ejecutiva por motivos similares.

Portela y Abril

La salida más fulminante de los miembros de guardia de corps de Villalonga fue la de Marcial Portela. Procedente de Argentaria, fue uno de los fichajes estrella y el primero en salir. Ahora es un alto cargo del Banco Santander Central Hispano y accionista de la empresa de telefonía Comunitel.La última salida antes de la de Juan Villalonga fue la de Fernando Abril Martorell, el hombre más respetado por el núcleo duro (BBVA y La Caixa). Después de desempeñar el cargo de responsable financiero del grupo, asumió la presidencia de Páginas Amarillas (TPI). Sus diferencias con determinadas decisiones de Villalonga eran evidentes y estaban relacionadas con el desigual reparto de recursos económicos para las áreas de telefonía fija (que registró péridas en 1999 por primera vez en su historia) y medios de comunicación, el bocado más apetecido por quienes en la última etapa han sido la guardia pretoriana de Villalonga (Manuel García Durán y José María Mas). Pedro Pérez, el responsable del lanzamiento de Vía Digital o Arturo Baldasano, quien fuera presidente de Telefónica Media, siguieron el camino de Abril.