Blanco: "No consentiré que parlamentarios socialistas desautoricen al Gobierno asturiano"
El nuevo secretario de Organización del PSOE, José Blanco, coloca en el mismo plano ser dialogante y tener firmeza para tomar decisiones. Ésa es la actitud con la que asegura que afrontará los problemas internos de su partido, y en primer lugar su crisis más grave en este momento, la que vive en Asturias: "Hay que hacer un esfuerzo para llegar a un acuerdo, pero no voy a consentir que desde el Grupo Socialista en el Parlamento asturiano se desautorice al Gobierno autonómico".Uno de los primeros objetivos de José Blanco como secretario de Organización de la nueva ejecutiva del PSOE es conseguir que los próximos congresos regionales "se resuelvan como el 35º Congreso Federal". Para él, el mejor síntoma del éxito conseguido el pasado fin de semana era la sonrisa y el ánimo de los delegados socialistas cuando abandonaban, de regreso a sus casas, el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.
Blanco, de carácter optimista, aduce que "más división de la que había entre los socialistas al inaugurar el congreso federal no la hay en ninguna federación del partido". Y como técnica para cerrar heridas y superar antagonismos entre corrientes, con viejas o nuevas rivales, apunta que "quizá haya que exportar la idea de que el secretario general sea elegido en una primera votación, y después presente una propuesta de ejecutiva, que le incluya a él y que sea sometida a una votación de conjunto. Aunque las candidatas a la secretaría general del PSOE eran partidarias de establecer una doble vuelta, la utilización de ese sistema se reveló eficaz el pasado fin de semana en opinión no sólo del candidato triunfador, José Luis Rodríguez Zapatero. Con ese procedimiento, la nueva ejecutiva logró el respaldo del 90% de los votantes.
José Blanco sostiene que las ya viejas fracturas del Partido Socialista del País Valenciano deben encontrar también una solución semejante a la conseguida en el reciente congreso federal. "Hace falta un nuevo equipo para un tiempo nuevo. Es conveniente que tome las riendas una generación de socialistas que no haya estado en las luchas tradicionales". Como responsable de Acción Electoral, Blanco es plenamente consciente de que mientras los socialistas no resuelvan sus problemas internos en la Comunidad Valenciana y puedan transmitir hacia el exterior autoridad y seguridad será casi imposible que den un vuelco a la mayoría con que ahora cuenta allí el PP. Un cambio que es, además, imprescindible para que el PSOE pueda sumar en el conjunto de España los votos suficientes para derrotar al PP en las siguientes elecciones legislativas.
Blanco va a iniciar este fin de semana la multitud de viajes que tiene previsto hacer no sólo para asistir a los congresos regionales del PSOE sino para escuchar a los dirigentes territoriales de cara a la modernización que quiere impulsar. En unos días acudirá a los cónclaves socialistas en Murcia, Castilla-La Mancha y La Rioja. La semana que viene viajará a Oviedo, para intentar poner fin a la batalla que existe entre el Gobierno autonómico, presidido por el socialista Vicente Álvarez Areces, renovador, y la mayoría socialista en el Parlamento regional, integrada por guerristas.
El último y reciente episodio escandaloso fue la votación de ese Grupo en el Parlamento en contra del proyecto de ley del Ejecutivo regional sobre Cajas de Ahorro. El pasado domingo, en su primera conferencia de prensa como secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero dijo que en su partido "va a haber que poner orden", una invocación que aludía, desde luego, a la situación en Asturias. "Lo que hay que hacer es un esfuerzo para llegar a un acuerdo. Pero no voy a consentir que desde el Grupo Parlamentario se desautorice al Gobierno autonómico", declaró ayer Blanco a éste periódico.
José Blanco quiere promover una modernización del funcionamiento interno de su partido, que aproveche mejor las nuevas tecnologías de la información. Quiere, por ejemplo, que todas las sedes del PSOE puedan estar informadas al instante de orientaciones y pronunciamientos que vaya elaborando la ejecutiva federal en su estrategia de oposición.
Cuando a Blanco se le pregunta en qué errores cometidos por Ciprià Ciscar, el anterior secretario de Organización, él va a procurar no caer, responde lacónicamente: "Esta secretaría, y la ejecutiva federal en su conjunto, no debe actuar como juez y parte".
El nuevo responsable del aparato del PSOE se considera un hombre dialogante, accesible, que a continuación agrega que no le cuesta trabajo tomar decisiones. Con esa actitud anuncia que viajará mucho, para estar en contacto personal con los dirigentes territoriales. En línea con lo adelantado por Rodríguez Zapatero en su estreno como líder socialista, sostiene que la dirección nacional de un PSOE que quiere acreditar una total renovación tiene que demostrar con hechos su cercanía a las bases y su accesibilidad. "La ejecutiva", comentaba ayer, "no puede estar encerrada en la sede federal".
Para empezar, cuando ayer le preguntaron si le llevaban el desayuno al despacho, dijo que no, y bajó a desayunar a la cafetería, situada en la segunda planta.
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